Hace unos días, incluímos el restaurante Atípico en la guía de sitios imprescindibles para visitar en Zaragoza. Hoy, queremos profundizar un poco más en el interiorismo de este restaurante zaragozano diseñado por el interiorista Pedro Abuelo.
Con él estuvimos hace unos días, conociendo de primera mano este espacio en el que la naturaleza, la decoración tropical y los materiales de derribo son los auténticos protagonistas.
El restaurante está dividido en tres espacios. El primero, es la pequeña terraza acristalada que hay en el acceso al Atípico. Allí, hay una espectacular cristalería con un evocador diseño inspirado de los años 60 que separa este espacio de la zona de barra, integrando un elemento decorativo que sirve además para separar espacios.
El siguiente espacio que nos encontramos, es el de la barra con las mesas para tomar un café o para tomar unas tapas o unas raciones. En esta zona del Atípico, los materiales de derribo son los protagonistas, con piezas como las celosías, el embaldosado que podríamos encontrar en cualquier calle junto a revestimientos de diseño, andamios de obra recuperadas y que han sido reutilizadas como estanterías...
Siguiendo en este estilo industrial, y para darle el toque sofisticado, destaca también una gran lámpara corrida en cobre diseñada por el propio Pedro Abuelo. Esta lámpara, que parece una cañería recorre buena parte del restaurante, al salir de la cocina, recorrer la barra y acabar en una gran lámpara de araña situada en la terraza acristalada.
Toques de oro, espejos, dama juanas, y unas lámparas mono de Seletti completan el ambiente de este espacio, junto a unas lámparas en colores con hasta seis pantallas diferentes inspiradas en la forma de las pagodas (haciendo referencia a que en este restaurante también tienen platos orientales) y que también han sido creadas por este diseñador en colaboración con Pantallas Damas.
En esta zona también destaca la barra, con unos espejos invertidos en la parte inferior que pretende recordarnos el reflejo del agua en un río, dentro de la filosofía de meter la naturaleza en el interior del restaurante.
Para acabar, nos queda conocer la sala del restaurante. Bajo la cubierta acristalada que tanta personalidad da al espacio, el estilo tropical reina en este lugar con pavimentos de suelos geométricos en una gama de grises y negros, sillas en verde o un espectacular mural de la artista Sonia Abrain para presidir la escena y darle el toque de color.
Más información | Atípico
Fotografías | José Antonio Melendo y Nacho Viñau
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