11 consejos para conseguir una iluminación eficiente en casa

Hablar de iluminación eficiente no se refiere exclusivamente al uso de bombillas de bajo consumo o a la sustitución de lámparas tradicionales por soluciones basadas en LEDs. Una iluminación eficiente es adaptar el consumo a las necesidades reales sin que la cantidad de luz necesaria para cada caso se vea afectada.

El consumo eléctrico en el hogar es cada vez mayor y el uso de aparatos eléctricos parece que va a seguir aumentando para garantizar nuestra calidad de vida. Si queremos hacer un uso razonable de nuestros recursos, deberíamos prestar especial atención a soluciones que nos permitan ahorrar energía de forma inteligente. A continuación os mostramos diez consejos para conseguir una iluminación eficiente en casa.

Cómo conseguir una iluminación eficiente

La iluminación eficiente trata de buscar un equilibrio entre el aprovechamiento óptimo de la luz natural y la iluminación eléctrica que necesitamos para todos aquellos momentos en que la luz del sol resulte insuficiente. Se trata de aprovechar al máximo todos los elementos que tenemos a nuestro alcance para reducir el uso de luz artificial al mínimo. Algunas soluciones son muy fáciles de aplicar, vamos a ver una serie de trucos que se pueden poner en práctica en cualquier casa.

Aprovecha la luz natural al máximo

En España tenemos la costumbre de cerrar las cortinas, e incluso las persianas, antes de que la luz natural del día haya desaparecido, un comportamiento que afecta a nuestro consumo eléctrico. En países nórdicos, donde necesitan aprovechar al máximo la luz natural, las cortinas y persianas permanecen abiertas prácticamente todo el día, dejando penetrar hasta el último rayo de luz por sus grandes ventanas.

Lo mejor es que tengas abiertas las cortinas hasta que se oculte la luz, y si quieres mantener un poco de intimidad puedes elegir telas traslúcidas como lino, organza o gasa, y olvidarte de pesados tejidos que oscurecen las habitaciones.

Usa tonos claros en muebles y revestimentos

Apuesta por los tonos claros en muebles y revestimientos para conseguir una sensación de mayor luminosidad. Pinta paredes y techos en color blanco, en tonos neutros, pasteles o amarillos y evita los muebles oscuros y las pesadas tapicerías. La solución ideal son los suelos claros con paredes blancas. Muebles en acabado brillo, materiales transparentes, mesas y estanterías de cristal, son algunas de las opciones que puedes tener en cuenta.

Evita obstáculos que corten el avance de la luz

Evita obstáculos innecesarios que corten el avance de la luz. Una estantería, un biombo o algún elemento de grandes proporciones puede suponer una barrera para el paso de la luz, tanto natural como artificial. Este tipo de mobiliario puede obligarte a encender luces artificiales, como complemento a la luz natural que pierdes o a instalar una segunda fuente lumínica si es luz artificial. Sobre todo en casas con terraza donde se abusa y colocan elementos delante de las ventanas o puertas que dan acceso.

Aprovecha las opciones para aumentar la entrada de luz natural

Aprovecha cualquier oportunidad para incrementar la entrada de luz natural. Si vas a reformar la casa aprovecha la sustitución de las ventanas y elige unas que te permitan aprovechar el hueco con la mayor superficie acristalada. Resulta increíble la cantidad de luz que ganas sólo con disminuir el ancho del perfil de la ventana. Y si vives en una casa con ático, aprovecha para instalar una ventana de tejado, la luz cenital ilumina muchísimo más que la que entra por las ventanas verticales.

Nuestra recomendación, la Nueva Generación de ventanas de tejado VELUX que aporta más luz natural, más confort y un menor consumo energético. Si dispones de una ventana de tejado antigua puedes sustituirla por un nuevo modelo con los últimos avances tecnológicos y clasificación energética A, y disfrutar de todas sus ventajas en un abrir y cerrar de ojos. La instalación es muy rápida y no requiere casi obras.

Ubica de forma correcta cada punto lumínico

Estudia la ubicación correcta de cada punto lumínico. Uno de los mayores vicios de las viviendas actuales son esos techos repletos de pequeños focos perfectamente alineados, que suponen un auténtico despilfarro. Un ejemplo muy típico se puede apreciar en el salón comedor. La luz principal deberá situarse encima de la mesa, pero en la zona de estar o para ver la televisión podemos colocar lámparas auxiliares que nos permiten orientar la luz según la actividad que realicemos y son fácilmente transportables. Previo a todo esto es importante, si se puede, cuidar la orientación del hogar.

Cantidad y tipo de luminarias

¿Te has parado a pensar en la cantidad y el tipo de luminarias que realmente necesitas? Estancias como los dormitorios no requieren un gran número de puntos de luz y podrás optar por bombillas de poca potencia y luz cálida. En cambio, otras estancias como aseos o cocinas necesitarán una mayor potencia.

En cuanto al tipo de luminaria, hoy en día se manejan dos opciones: las lámparas de bajo consumo y las soluciones LED. Las LED se están popularizando pero debemos tener en cuenta su coste, horas de vida útil y el tiempo que permanecerá encendida para calcular si el coste eléctrico anual supera al de una de bajo consumo.

Lámparas auxiliares

Y si después de elegir de forma correcta el tipo de luminaria para cada habitación queremos seguir mejorando la eficiencia la solución es sencilla: optar por lámparas auxiliares.

Hay actividades en el hogar que no requieren toda la iluminación de una habitación. Por tanto, pequeñas lámparas de escritorio, de pie o similares nos ayudarán a tener la luz necesaria para actividades como la lectura, escuchar música en un ambiente agradable o simplemente jugar a la consola.

Mantenimiento de la luminaria

Presta atención al mantenimiento. Si son focos conectados a un transformador revisa que funciona todo correctamente. A veces estos dispositivos son causantes de una gran pérdida de electricidad al funcionar con una potencia mayor de la necesaria.

Si tienes dudas siempre podrás recurrir a un profesional que revise toda la instalación. Además, mantén limpia las lámparas, luminarias y cualquier parte que ayude a reflejar y expandir la luz, pues si hay suciedad o están en mal estado pueden llegar a perder hasta un 50% de luminosidad.

Apaga las luces que no necesites

Apaga las luminarias que no necesites. ¿Es algo básico no? Sí pero a veces nos sorprenderíamos de la cantidad de veces que dejamos encendidas luces que no necesitamos, simplemente por dejadez o por no prestar atención.

Domotizando el hogar

“Domotiza” el encendido y apagado de las luces. Por mucho menos de lo que imaginas puedes instalar dispositivos inteligentes para controlar el encendido y apagado de las luces y aparatos eléctricos. A veces esta inversión merece la pena.

Diez consejos, diez claves para conseguir una iluminación eficiente en casa. Puedes aplicarlos todos o empezar poco a poco. Algunos son muy fáciles de poner en práctica y otros requieren pequeñas reformas que en poco tiempo se compensarán en la factura de la luz.

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