¿Quién no ha usado nunca una de esas carpetas rígidas con un clip arriba, ideales para apoyarte cuando no tenías dónde apoyarte? Sinceramente, yo usé una durante mi época de encuestadora y la verdad es que la recuerdo con cariño, aunque no sé cómo acabó. Si vosotros sois de los que lo guardáis todo (y no tenéis síndrome de Diógenes), seguro que tenéis alguna de estas carpetas por casa.
Lo que ha hecho la dueña de la casa que veis sobre estas líneas, Rachel Denbow, ha sido prender las fotos que más le interesan con el clip de estas carpetas que a su vez las ha colgado de la pared. El resultado es espectacular, por un lado porque no agobia tanto como poner un panel insipirador igual de grande, y también porque le da a la estancia mucha armonía y fluidez de formas.
El clip puede coger papeles grandes y pequeños, y así lo ha hecho Rachel para asegurarse de tener sus cosas bonitas a la vista y localizadas. Además, me gusta muchísimo cómo ha combinado imágenes personales con recortes de revistas.
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