En Decoesfera siempre estamos buscando trucos para aprovechar mejor el espacio, así que hoy os traigo un apartamento de 21 metros cuadrados con detalles en rojo en el que no falta de nada. Como podéis ver en la foto, el espacio se divide en dos alturas, estando la cama en la parte superior.
Para acceder a la cama, que se ha situado en un altillo, se ha usado una escalera de madera y metal que hace juego con el resto de la decoración en blanco y madera de aires nórdicos que tanto nos gusta. Justo debajo del mismo tenemos unos halógenos que proporcionan luz al sofá que hay bajo la cama.
La cocina aprovecha hasta el último centímetro disponible, alargando el mueble sobre la puerta con lo que pueden usar el techo en toda su altura. La combinación de madera clara con los azulejos de colores le da un aire muy juvenil aunque para mi gusto rompe con el estilo del resto del apartamento, mucho más sobrio.
Fijaos cómo han creado un rincón de impacto bajo la cama, usando un papel pintado en blanco y negro que no apabulla visualmente debido a su uso en un espacio tan pequeño. Un acierto ha sido que no hayan puesto cuadros aquí porque entre que el techo queda más bajo con la cama y el papel algo recargado habría quedado demasiado barroco.
Observad cómo la luz de la cama se consigue mediante un aplique en la pared que se puede encender y apagar sin necesidad de iluminar toda la habitación, un gran acierto a la hora de salir en mitad de la noche al cuarto de baño por ejemplo. El problema de la mesilla se ha solucionado con un ala que sale a un lado de la cama y que tiene pinta, aunque no se aprecia bien en la foto, de que es fácil de guardar. En cualquier caso, el ala está tan alta que seguro que no estorba el paso, pero me ha parecido una solución de lo más inteligente.
Sobre estas líneas tenéis la zona de comedor del apartamento. La mesa va atornillada a la pared y se sostiene con una sola pata, con lo que se consigue una gran sensación de liviandad. A ambos lados tenemos dos butacas rojas acolchadas que tienen pinta de ser muy cómodas pero algo difíciles de lavar en el caso de que haya manchas no deseadas.
Terminamos nuestro recorrido en la última pared, en la que se sitúa la televisión. Aquí han prescindido de la mesita baja y el aparato va colgado de la pared. Bajo él, en vez de un mueble, han puesto una escalera de dos escalones en los que colocan la decoración. A un lado hay una guitarra, con lo que se quitan el problema de almacenamiento y decoran, mientras que al otro hay dos fotografías que llenan el espacio y dan un toque de personalidad a la estancia que por otra parte la veo un poco sosa.
¿A vosotros os convence? La clave para decorar un espacio tan pequeño y que no se note es reducir al mínimo los elementos que vamos a usar y, si decidimos emplear colores tan contundentes como el rojo, dosificarlos para no apabullar visualmente a quien entre en la casa.
Imágenes | Stilish Eve
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