En la zona de Chacarita en Buenos Aíres, Argentina, encontramos este diminuto apartamento de 25 metros cuadrados que nos recuerda todas las maravillas que se pueden hacer en tan poco espacio. Con mucho ingenio, los diseñadores del proyecto realizaron una verdadera hazaña en un pequeño espacio de un primer piso situado en la esquina de un edificio.
De la mano del despacho iR Arquitectura, este mini apartamento urbano responde a las necesidades de optimizar una construcción sin mucho atractivo ubicada justo en una esquina. Para lograr la encomienda se usó mucho ingenio al cerrar el balcón original para convertirlo en una extensión de la sala de estar sin perder la originalidad. En el interior se utilizó un espacio modular multifuncional que expande considerablemente el espacio útil del apartamento.
Me pareció realmente muy inteligente el uso de este módulo que reúne una mini cocina, estanterías escondidas y lo mejor en su interior. En efecto, una puerta te lleva a un baño, un rincón con lavadora y una escalera hacia la parte superior en la que se esconde la cama y una zona de escritorio. De esta manera los arquitectos han permitido incrementar considerablemente el espacio libre en la parte central de apartamento. Así mismo permite crear un ambiente mucho más íntimo para el dormitorio al no convertirlo en un espacio público.
El estilo decorativo es definitivamente moderno y súper funcional. Los colores claro con dominantes blancos y madera natural. Me ha sorprendido el uso muy inteligente el antiguo balcón que, una vez cerrado no solamente se convierte en un espacio de vida atractivo, sino que nos protege del exterior. En efecto, tratándose de un primer piso, las molestias del ruido y la vista podrían resultar una gran incomodidad. Aquí el problema está parcialmente resuelto con una protección muy alta que deja pasar la luz, pero a través de paneles opacos.
En conclusión, este apartamento de 25 metros cuadrados en Buenos Aíres es una hermosa e interesante realización. Sin duda un buen ejemplo de cómo rescatar y optimizar de manera inteligente un espacio urbano que podría caer en el abandono pero que termina siendo perfectamente tendencia y sobre todo muy funcional.