¿No os da la sensación de que el año está pasando a toda velocidad? Hace nada estábamos recogiendo el árbol de Navidad, y estamos ya casi a mitad de mayo. Un mes perfecto para comenzar a preparar la piscina y darnos los primeros chapuzones del año.
Si vas a ponerte manos a la obra para preparar el jardín, reverdecerlo con flores y plantas, y poner a punto a la piscina, no te pierdas estos consejos de Leroy Merlin para darte el primer baño más pronto que tarde.
Adiós a hongos y bacterias
En caso de que la piscina tenga algún cobertor, el primer paso será retirarlo con cuidado, limpiando la superficie de hojas, insectos y cualquier elemento que esté flotando. Si ves que el nivel del agua ha bajado lo suficiente, aprovecha para limpiar con un cepillo el revestimiento que quede a la vista.
Y si en el vaso todavía hay bastante agua, utiliza un limpiafondos en las paredes y en el suelo. Durante la primera semana, deberás pasar el limpiafondos una vez al día.
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En este primer paso deberás también limpiar la zona que rodea al vaso de la piscina, además de la zona de estar. En muchas ocasiones se nos olvida limpiar estas superficies, cuando es fundamental limpiarlas ya que en estas zonas caminamos descalzos, los niños se sientan a jugar, y en ellas se acumula suciedad, grasa en muchas ocasiones, y por supuesto, bacterias y hongos (especialmente, en las juntas de las baldosas).
Lo mejor es limpiar estas zonas con chorro a presión, ya que la suciedad saldrá fácilmente. Y en caso de las juntas de las baldosas están muy deterioradas o ennegrecidas, puedes repararlas con un mortero para juntas especial piscinas (2,99 euros el saco de 5 kilos).
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Pon a punto los mecanismos
Este es uno de los pasos claves para garantizar que tu piscina sea segura. Para empezar, saca y limpia detenidamente cada uno de los elementos de la depuradora. Si tiene filtro de arena, deberás hacer un contralavado invirtiendo el sentido del agua para expulsar los residuos que hayan quedado atrapados.
Recuerda comprobar que los mecanismos funcionan de forma correcta, y deja funcionando la depuradora durante un día para que el circuito se limpie completamente.
No te olvides tampoco de purgar la bomba de la depuradora de forma periódica, ya que si se acumula aire en el circuito puede dejar de funcionar, y límpiala, incluyendo también el prefiltro. También puedes aplicar un tratamiento antical para mantener en buen estado el interior de los tubos del circuito de agua, y comprueba que los reguladores de pH y cloro funcionan bien. Quizás sea el momento de sustituir los manguitos y tubos por unos nuevos.
Es el turno de poner a punto del agua
Después de un año sin usar la piscina, el agua no estará en las mejores condiciones para disfrutar de un año, ya que contendrá gérmenes que no pueden retener los filtros, y el pH estará descompensando. Para empezar, deberás medir el pH, y comprueba que el valor está situado entre 7,2 y 7,6.
Puedes medirlo con tiras reactivas, pastillas, o medidores electrónicos, y aplicar de forma manual el producto elevador o reductor que sea necesario. También puede utilizar un regulador electrónico que mide los niveles, pero también dosifica el tipo de producto que necesita en cada momento.
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En lo que respecta al cloro, este debe situarse entre 0,5 y 1,5 ppm (partes por millón), o entre 0,5 y 1,5 mg/l (miligramos por litro). Deberás aplicar un cloro de desinfección rápida directamente en el agua, siguiendo las instrucciones del fabricante. Y entonces, deberás esperar unas horas para volver a medir los niveles con un kit similar a los medidores de pH.
Las algas es otro de los grandes problemas en muchas piscinas. Lo mejor es prevenir su aparición, ya que una vez instaladas hay que vaciar el agua. Para combatirlas, deberás emplear un producto alguicida (8,95 euros) en las dosis recomendadas por el fabricante, si es una piscina de color mejor que hagas el tratamiento cada semana.
Alguicida
La alternativa más natural: La cloración salina
El cloro es el componente que actúa como desinfectante del agua. El método tradicional utiliza productos químicos para introducirlo en el agua, la cloración salina aprovecha el cloro natural presente en la sal común. Para sumarte a esta alternativa más natural, basta con añadir sal al agua al principio de la temporada.
El saco de sal granulada de 25 kg. para cloración salina cuesta 7,75 euros.
Saco de sal granulada
También deberás instalar un clorador salino en la depuradora (999 euros), un aparato por el que pasa el agua de la piscina y que contiene en su interior unos electrodos que descomponen las moléculas de sal (electrólisis) produciendo un cloro ecológico y natural, que desinfecta el agua al salir del clorador. Las moléculas de sal vuelven a unirse y el proceso se repite cada vez que sea necesario.
Clorador salino
Cuida los detalles
Casi lo tenemos todo a punto para pegarnos ese primer chapuzón. EL último paso, será revisar las escaleras, sus anclajes, comprobar que no hay ningún filo cortante, y que el antideslizante de los peldaños está en buenas condiciones.
La ducha puede tener fugas y el sumidero puede estar atascado y no tragar bien. Y en caso de que sea necesario, limpia el pavimento que rodea la piscina con un producto desinfectante adecuado para el tipo de revestimiento que tengas.
Esta ducha solar para piscina QP de PVC de 35L cuesta 159 euros.
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