Las orquídeas son flores misteriosas por naturaleza. Sus cuidados no son evidentes y cualquier cosa que hagamos con ellas puede terminar en tragedia.
Estas delicadas plantas tienen sus necesidades de riego, transplante, fertilización y poda como todo el resto de especies vegetales, pero su lentísima floración puede imponer dudas en cuanto a los procesos.
En el caso de la poda, muchos desconocen si después de que se marchiten sus imponentes flores es necesario realizar alguna acción concreta con estas o con la vara.
De hecho, cuando la flor termina su ciclo, el pedúnculo se vuelve amarillento o marrón, dando señales evidentes de que ha culminado su misión. Con este proceso estará, poco a poco, desprendiéndose de la planta.
Actuar en la vara
Una vez desprendidas las flores, puede podarse la vara floral cuando no tenga flores (actuales ni futuras) y consideremos que necesita concentrarse en la parte inferior de la planta para mantenerse con vida. En este caso deberá podarse por encima de un nudo.
También, la poda debe realizarse en el caso de que busquemos estimular la floración de la planta y, también, para evitar que se propaguen en esta enfermedades concretas.
Sea cual sea el caso, los expertos en botánica explican que la poda mejorará la salud de la planta y también su vigor. No obstante, podar es infringir una herida en la planta, y deberá irse con mucho cuidado.
Como siempre con las orquídeas, lo más importante es esterilizar las herramientas para no propagar enfermedades ni infecciones. Basta con desinfectarlas con alcohol de 96º o con la llama de un mechero.
También, es importante tener a mano canela por su poder natural como fungicida. Una capa de esta en las heridas será una gran barrera natural.
Foto | Emil Mondoa/Pexels, Suki Lee/Pexels y Dehbia kouadria.
En Decoesfera | Así conseguirás que tus orquídeas florezcan con fuerza
En Decoesfera | Los mejores trucos para conseguir que las orquídeas florezcan
Ver 0 comentarios