Las claves para tener un jardín polinizador y ayudar a mantener la biodiversidad y la supervivencia de los seres humanos

Uno de los efectos de la crisis climática que estamos viviendo es la reducción de los insectos polinizadores. Estos insectos se alimentan del néctar o polen de las flores, y los transportan de forma accidental permitiendo la reproducción de las plantas, y la producción de frutos. Sin ellos, la vida vegetal no podría continuar.

Insectos como abejas o mariposas son claves para asegurar una buena salud de la biodiversidad y para la propia supervivencia humana. Sin ellos, las flores y la vegetación no se podrían reproducir, con el consiguiente perjuicio para el medio ambiente, y para la alimentación de los seres humanos.

El problema es que ahora, a causa del cambio climático, la destrucción de hábitats y la agricultura intensiva, estos insectos básicos para la vida en el planeta están desapareciendo a un ritmo imparable.

De las 2.000 especies de abejas que hay en el continente europeo, cuatro de cada diez están en regresión y una de cada diez bajo amenaza de desaparecer. Si hablamos de mariposas diurnas, han caído un 30%. Y hay un 10% de especies que están en peligro de extinción.

Cómo crear un jardín polinizador: plantas y agua

Dada esta situación, cada vez hay más gente concienciada con poner su granito de arena para combatir la pérdida de biodiversidad en su propia casa, diseñando jardines en los que los insectos polinizadores tengan refugio.

Para diseñar un jardín de este tipo, y recibir la visita de mariposas, colibríes o abejas, es importante colocar plantas, a ser posible, autóctonas, que puedan ofrecer néctar y polen a estos insectos, además de proporcionarles agua y refugio. En definitiva, se trata de crear un espacio amigable para este tipo de insectos que además, contribuirán de forma natural a que las plantas de tu jardín se reproduzcan solas.

Para empezar, es importante darle menos protagonismo al césped, dando paso a flores y a plantas aromáticas y medicinales. Es importante dotar al jardín de una gran diversidad de flores y especies, con una buena densidad de ejemplares.

Puedes plantar especies como los girasoles, tagetes, manzanillas, diente de león, colza, eucalipto, la borraja (tiene unas flores preciosas), el dedal de oro, zinnias, zarzamoras o lavandas.

También puedes hacer pequeñas charcas para que puedan bebe las abejas y los pájaros, además de limitar el uso de iluminación artificial, especialmente de la más potente, ya que estos elementos suelen ser trampas mortales para los insectos. Tampoco te olvides de reducir o eliminar el uso de pesticidas y herbicidas, ya que son grandes enemigos de los insectos polinizadores.

Otra tendencia es crear hoteles para insectos. En primer lugar, tendrás que elegir el tamaño de este hotel. Todo dependerá del lugar donde se vaya a instalar. Si vas a colgarlo de un árbol, bastará con unas medidas de 30 por 40 cm.

Si vas a instalarlo en la pared de la casa, o de un cobertizo, puede tener un tamaño mayor, de 40 por 60 cm. Hay muchas firmas que tienen casas para insectos listas para colgar, y otras que llegan para ser montadas, aunque en este caso te hará falta una atornilladora inalámbrica (54,90 euros) para poder unir las distintas piezas.

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Fotografías | Justin DoCanto en Unsplash, Janine Joles en Unsplash

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