
El buen tiempo ha llegado para quedarse y la mayoría de nosotros estamos ya soñando con las ansiadas vacaciones. Uno de los sueños que muchos compartimos es el de disponer de una piscina en casa para disfrutar de los momentos más refrescantes siempre que queramos. Antes las piscinas estaban al alcance de muy pocos, solo aquellos que tenían un gran jardín en su casa podían disponer de una piscina de obra. Afortunadamente, hoy en día, cualquier persona con un mínimo de espacio y condiciones puede disfrutar de tener una piscina en casa gracias a la aparición de las piscinas desmontables en el mercado.
Este tipo de piscina es ideal para casi todo tipo de hogares y para casas de todos los tamaños. Las piscinas desmontables más comunes son las que están fabricadas con productos como el acero o la madera, pero también existen las piscinas tubulares de plástico o las piscinas hinchables... Para averiguar cuál es en cada caso la mejor opción podemos atender a los consejos de Tu&Co, tienda online especializada en bricolaje y productos para el hogar.
Desde Tu&Co explican que la elección del material para la piscina dependerá en mayor medida de si tenemos pensado mantener la piscina montada todo el año o solo durante los meses de verano. Por ejemplo, las piscinas de madera o acero gozan de una larga durabilidad gracias a la resistencia que presentan estos materiales, por lo que pueden quedar montadas a lo largo de todo el año.
Por su parte, las piscinas tubulares también son robustas pero tienen el riesgo de sufrir un pinchazo, ya que están fabricadas con plástico. Por este motivo, son una buena opción cuando se compra una piscina por primera vez, ya que la inversión económica no es tan grande. Finalmente, las piscinas hinchables son la opción más sencilla para refrescarse durante el verano: son muy económicas y la manera de montarlas es simplemente hinchando el flotador que tienen en su parte superior.
Además del material, para escoger una piscina desmontable es muy importante tener claro el espacio de que disponemos, para que la piscina esté instalada en perfectas condiciones. Por ejemplo, para piscinas con capacidad de 1.000 L, el terreno debe poder soportar los 1.000 kg de peso. También se recomienda que la ubicación escogida sea una zona soleada y protegida del viento, junto a una toma eléctrica y un desagüe, y que no esté situada cerca de conexiones subterráneas ni debajo de tendidos eléctricos.
Una vez elegida la piscina, toca ponerse manos a la obra y empezar a montarla. Lo ideal es que la instalación la realicen dos o tres personas adultas durante un día que no haga mucho viento ni calor. El primer paso a seguir es preparar el terreno. Para ello, es muy importante tener en cuenta que la superficie debe ser firme y estar totalmente lisa y nivelada. Algunos tipos de piscina como las de acero o madera pueden requerir una losa de hormigón o cemento. Una vez el suelo esté en las condiciones óptimas para instalar la piscina, hay que comprobar que disponemos de todas las piezas y herramientas para la instalación. Si la piscina desmontable se puede enterrar, habrá que tener en cuenta las especificaciones del fabricante, ya que se trata de un proceso más complicado.
Una vez que tenemos la piscina montada hay que empezar a llenarla de agua. Tan importante es usar un agua de buena calidad como mantenerla a lo largo del paso de los días. Existen diferentes métodos que nos ayudarán a mantener el agua en buenas condiciones durante todo el verano. Por ejemplo, podemos usar productos como cloradores salinos, ideales para todo tipo de piscinas o también una depuradora de arena, perfecta para cualquier tipo de piscina e incluso, una opción más económica, como son las depuradoras de cartucho, aunque ofrecen una menor calidad de filtración.
Finalmente tendremos que hacer uso de un limpiafondos que nos ayudará a mantener como una patena el fondo y las paredes de la piscina. Para escoger correctamente el limpiafondos de la piscina, debemos de tener en cuenta las dimensiones de la piscina, el material del que están hechas las paredes y si cuenta con escaleras de obra. Con esto podremos escoger el limpiafondos adecuado de entre los más comunes, como por ejemplo los limpiafondos hidráulicos de aspiración; los limpiafondos automáticos por presión de agua o los limpiafondos eléctricos.
La clave está en no precipitarse y pensar bien en las opciones disponibles, si acertamos con la elección de la piscina y tenemos un buen mantenimiento, podremos disfrutar de ella durante muchos veranos.
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Fotos | Tu&Co y Pixabay

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