Es posible que alguno de vosotros no reconozcáis en estas lámparas de noche con forma de conejito a la adorable y entrañable Miffy, protagonista de mil y una historias en la infancia de muchos niños que ya no lo son y de otros tanto que estén en ello, pues a pesar de que nació en 1955 de la mano de la holandesa Nick Bruna aún goza de muy buena salud y su delicados libros aún se comercializan.
Aunque el dibujo original era de trazos limpios y colores intensos, en el diseño de estas lámparas se ha eliminado todo trazo de color y solo permanecen sus formas afables y cariñosas, combinadas con un material translúcido que le otorga la calidez necesaria para ejercer bien de lámpara de noche para una habitación infantil o como luz de ambiente para el dormitorio.
La parte mala del asunto es que su precio es realmente prohibitivo, sobre todo dado su tamaño y uso, pues pagar más de 200 euros por unas lamparitas, por mucho que sean tan encantadoras como la propia Miffy, es una auténtica locura.
Vía | Retro to Go En Decoesfera | Micha, una lámpara que se parece a un gato