La luz es capaz, si la canalizamos de manera adecuada, de crear ambientes, sensaciones y decorados muy sugestivos. Estas lámparas diseñadas por Robert Hoffman son un buen ejemplo de ello. Jugando con los planos que la contienen, crean múltiples escenarios, según se abran o se cierren cada una de las láminas que forman las pantallas.
Las posibilidades de estas luminarias son infinitas; según qué y cómo se quiera iluminar, solo con un ligero giro de muñeca la intención cambia completamente. Su concepción como lámpara de techo, de mesa o aplique de pared, les añade aún más versatilidad.
Simple como son las buenas ideas, este diseño me ha conquistado. Imagino un simple muro desnudo animado por la luz filtrada por sus hojas y lo que veo en mi mente me agrada y relaja. Podríamos decir que son esculturas de luz ¿quién lo iba a negar?
Vía | Freshhome Más información | Robhoff En Decoesfera | Lámpara Medusa de La Murrina, Lámpara Creature, por Owen Song