Cuando hablamos de confort y bienestar en nuestro hogar, la iluminación juega un papel fundamental. Gracias a ella regulamos nuestro ritmo circadiano, estamos más activos en los momentos de luz, así como dispuestos al descanso y la relajación en las horas donde carecemos
de ella.
En este sentido, una correcta iluminación, además de crear una atmosfera cálida y acogedora mientras esperamos a que llegue el verano, también nos ayuda a controlar los momentos en los que necesitamos estar más activos y despiertos así como otros en los que buscamos relajación y descanso.
Para saber cómo podemos sacar partido a la iluminación en interiores para dar mayor calidez, y conocer los principales factores a tener en cuenta a la hora de iluminar nuestros espacios desde una perspectiva práctica y funcional que garantice unas condiciones óptimas de confort, hemos hablado con Manuel Delgado, interiorista de Ikea. Una firma que tiene como punto de referencia a los países nórdicos, donde su propia condición geográfica los ha llevado a convertirse en especialistas en iluminación de espacios interiores.
Asegura el tipo de iluminación de acuerdo con cada actividad
Para Manuel Delgado, además de tener en cuenta la luz general, que como su nombre lo indica, ilumina de forma general los espacios, es importante tener en cuenta el tipo de actividad que vamos a llevar a cabo y en función de esto, reforzar la iluminación con diferentes tipos de luminarias.
Para actividades de productividad como teletrabajar, estudiar o cocinar, será importante contar con lámparas que nos proporcionen luz funcional, es decir, flexos o pantallas que iluminen de forma directa y focalizada la superficie donde desarrollamos la actividad: escritorio, encimera de cocina,
tocador, etc…
Por otro lado, para desarrollar actividades orientadas al descanso y la relajación como dormir, ver la tele o hacer yoga, por ejemplo, desde Ikea nos aconseja contar con lámparas que nos proporcionen una luz ambiental, aquellas que iluminan el espacio de manera tenue e indirecta, creando un entorno acogedor que nos lleva a estar más relajados y dispuestos al descanso.
Aprovecha al máximo la luz natural
Aunque en invierno los días se hacen más cortos, es recomendable aprovechar la luz natural siempre que se pueda. En este caso, mover nuestro escritorio cerca de una ventana, o ejercitarnos en la terraza, además de garantizarnos una correcta iluminación para efectuar las actividades,
también nos mantiene conectados con el exterior y reduce los niveles de estrés.
Si tenemos una entrada de luz natural demasiado directa y esto nos incomoda en determinadas ocasiones, la mejor alternativa es contar con estores y persianas que tamicen la luz, pero no la bloqueen por completo. Esto nos ayuda, además, a mantener el confort térmico dentro de los espacios y consumir menos calefacción.
El color de la luz cuenta
Nuestro cerebro reacciona al color de la luz y lo asocia con la temperatura. Por ello es tan importante tenerlo en cuenta según las actividades que desarrollamos: guirnaldas, farolillos o lámparas ambientales, nos proporcionan luz cálida, por ejemplo; aquella que tiende a tonos amarillos, similares al color de la luz de las velas y nos proporciona sensación de calidez y refugio, siendo ideal para aquellos lugares de descanso como el dormitorio, la terraza o el salón.
Por el contrario, la luz blanca, o neutra, es ideal para mantenernos activos y despiertos, con lo cual, es recomendable en lugares donde desarrollamos actividades productivas como la cocina, el baño o el estudio. Sobre todo, en los meses donde contamos con menos luz natural.
Colores y materiales
En los días más oscuros, las lámparas adquieren un especial protagonismo y así mismo sus colores y materiales. Piezas de fibra natural y tonos tierra, además de proporcionarnos interesantes tamices de luz y crear efectos de sombras, también nos conectan con la naturaleza y enriquecen el espacio con sus texturas y acabados.
Iluminación inteligente
Hoy por hoy, nuestro hogar es mucho más flexible y multifuncional. En un mismo espacio llevamos a cabo diferentes actividades y ello demanda un tipo de iluminación que se pueda adaptar a los diferentes momentos y situaciones, especialmente en los meses del año donde los días se acortan
y pasamos más tiempo en casa: comemos, pero a veces teletrabajamos en el comedor, por ejemplo, o vemos la tele en el salón pero también leemos, estudiamos, vemos el móvil…
Es aquí donde la tecnología juega un papel muy importante y a través de la iluminación inteligente podemos adaptar las lámparas de nuestra casa a diferentes momentos, cambiando la intensidad de luz o la temperatura de color. De esta forma, una misma fuente de luz nos sirve para desarrollar
varias actividades, explica el interiorista Manuel Delgado. Una de las últimas novedades de Ikea, la lámpara altavoz diseñada junto a Sonos es un buen ejemplo.
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