Seguro que has oido hablar de ellas y es que, aunque en un principio algunos hogares se resistían lo cierto es que ya pocos son los que no han oido habar de las bombillas de bajo consumo y los que no tenemos al menos un par de ellas en nuestras casas.
Te preguntarás si realmente estas bombillas pueden suponer un ahorro suficiente como para compensar su gasto, en un primer momento reconozcamos que son mucho más caras.
Y la respuesta es que sí, gracias a ellas podemos ahorrar un 80% de energía ya que por un lado duran hasta 12 veces más y por otro generan menos calor, lo que quiere decir que dedican mucha más energía a iluminar.
Por eso, si no quieres ponerlas en toda la casa, o no pudes, son idóneas para que las tengas al menos en esas habitaciones donde suelen estar encendidas muchas horas.
Este tipo de bombillas sin embargo tiene un problema, y es que en el encendido gastan mucha luz, en comparación claro con lo que gastan mientras están encendidas (valga la redundancia), para esto existe una alternativa más, las bombillas de encendido electrónico, que consumen aún menos que las bombillas de bajo consumo, incluso en el acto de encenderse.
Además estas bombillas tienen detectores de presencia, de manera que se encienden sólo cuando hay alguien en la habitación en la que están colocadas, y se apagan cuando esa persona sale.
¿Qué quiere decir esto? Pues que nos ahorramos olvidos, problemas de encendido, etc, y además pueden ser una eficaz medida de seguridad.