En alguna ocasión ha surgido el tema de la decoración con fotos. No sólo fotografías de profesionales, que entran dentro del apartado de arte, sino también con fotos instantáneas,(para que me entendáis mejor) fotos hechas por los niños o de familiares. Fotos antiguas o nuevas que captan momentos inolvidables de nuestras vidas.
No hace falta que sean vestidas de novios y en marco de plata, aunque también ¿por qué no? Para los gustos y los ambientes, los colores y los marcos. Pero hoy nos vamos a centrar en las fotos en blanco y negro. Da igual época y autor, se trata de jugar con ese binomio ganador que permite tantas composiciones.
Las fotos en blanco y negro sobre un muro blanco nos da mucho juego. Es el momento de decorar con los textiles más estridentes, los colores más vibrantes que le den vida a esas fotos. En la imagen de entrada podemos ver una foto de autor y un ambiente muy neutro que rompen los cojines del sofá ¿no os encanta el contraste?
Sin embargo en la otra imagen se ha jugado con el espacio. Fotografías del suelo al techo para un espacio tan minimalista que no tiene más que dos sillones de terciopelo marrón, que le dan todo el protagonismo a las fotos de la pared.
Y en algunos casos son fotos encantadores, que una vez más, retratan a los habitantes de una casa y no sólo su físico sino su forma de ser ¿algo que diga más de alguien que enormes ampliaciones con sus retoños?
¿Os gusta jugar con los contrastes? ¿Preferís fotografías en blanco y negro o en color para decoración?
Imágenes | Domino, My day with
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