Las viviendas unifamiliares y los dúplex, tienen mucho encanto, permiten jugar con la distribución de espacios de un modo diferente al de un apartamento de un solo piso y separan ambientes de forma natural aprovechando la altura, pero las escaleras también tienen sus desventajas.
Uno de estos inconvenientes está en el peligro que suponen para los más pequeños de la casa en sus primeros años de vida. Cuando los niños comienzan a gatear o a caminar y deciden explorar el territorio que hay a su alrededor, suelen encontrar los peldaños muy atractivos y por seguridad hay que mantenerlos alejados de ellos. Para ello podemos hacer algo tan sencillo como una barrera y puerta con un palé, sí, he dicho palé, ya sabéis que los palés sirven para todo.
La idea es elegir un palé del tamaño adecuado para cerrar la escalera o bien cortar uno para que las dimensiones sean las correctas, una vez que lo tenemos podemos lijarlo y barnizarlo o pintarlo y dejarlo listo para que nos pueda servir como barrera.
A la hora de colocarlo en la pared por un lado pondremos las bisagras y por el otro la cerradura que permitirá que la puerta se abra y se cierre en función de las necesidades de cada momento, aunque lo normal será que la mayor parte del día permanezca cerrada.
Es algo que podemos hacer por nosotros mismos, que requiere la mínima inversión de comprar las bisagras y el cierre si no los tenemos y que nos libra del gran problema asociado al riesgo que supone para los niños el libre acceso a una escalera.
Vía | Recyclart Más información | Little Lucy Lu En Decoesfera | Pequeña valla como protección para escaleras
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