Soy de las que intentan reutilizar antes de tirar, y si hay una tendencia que me fascina es la de darle una segunda vida a objetos que normalmente acabarían en la basura. Las pajitas de plástico, aunque ya no se ven prácticamente (pero sí las de cartón) por ejemplo, son uno de esos desechos cotidianos que solemos ignorar.
No obstante, pueden transformarse en un jarrón moderno y sostenible. Sí, lo que parecía imposible es una realidad, y además con un proceso sencillo y al alcance de cualquiera.
Jarrón reciclado
Esta idea, que circula en redes sociales, tiene todo lo que un buen proyecto DIY necesita: materiales fáciles de encontrar, un resultado sorprendente y una utilidad real. La clave está en agrupar varias pajitas alrededor de una botella de plástico, fijándolas con silicona caliente y utilizando otra botella como base. Con unos cuantos ajustes, el resultado es un jarrón que bien podría estar en una tienda de decoración moderna.
El proceso es más simple de lo que parece. Solo necesitas pajitas de plástico, una botella vacía, silicona caliente y unas tijeras. Para empezar, coloca las pajitas verticalmente alrededor de la botella y pégalas entre ellas con la silicona. Usa una goma o cuerda como soporte mientras el pegamento se seca para que no se desplacen. Una vez que tengas la estructura lista, dobla la parte flexible de las pajitas hacia dentro para darle un acabado más sofisticado.

La base del jarrón se consigue cortando la parte inferior de otra botella de plástico y pegándola a la parte inferior de tu estructura. Esto no solo da estabilidad al jarrón, sino que también permite que lo uses de forma funcional. Un consejo extra: si quieres un acabado más pulido, puedes pintarlo con spray en tonos metálicos o mate para lograr un efecto más elegante.

Este es un proceso que no requiere herramientas especializadas y que puedes hacer en casa en menos de una hora. También es una excelente actividad para hacer con niños, enseñándoles la importancia del reciclaje de una manera creativa.
Sin embargo, como todo DIY, tiene algunos inconvenientes. Si no usas suficiente pegamento, las pajitas pueden despegarse con el tiempo, así que asegúrate de aplicar suficiente silicona y presionar bien cada una.
Otro punto a considerar es que este jarrón es más adecuado para flores secas o artificiales, ya que el agua podría filtrarse si no lo sellas bien. Si buscas una decoración única y con historia, este jarrón hecho de pajitas recicladas es una gran opción. Cada vez que lo veas, sabrás que has contribuido a reducir un poco más la cantidad de plástico en el planeta.
Fotos | Tara Winstead
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