El otro día tuve la oportunidad de visitar en Barcelona la tienda y oficinas centrales de Dosnoventa, una marca de cuadros de bicicleta muy especiales. El caso es que entre tanta belleza a dos ruedas, me encontré con un curioso detalle decorativo: un viejo Macbook convertido en lámpara.
He de confesar que lo primero que pensé fue que qué narices hacía ahí colgado ese portátil. Sin duda no parecía la ubicación más adecuada para un ordenador, porque además está situado en la zona destinada al taller de bicicletas, pero pronto me di cuenta de que se trataba de una lámpara creada reutilizando la tapa de un Macbook.
Basicamente, lo que se ha hecho ha sido emplear la tapa del portátil de Apple como pantalla para una lámpara de pared construida a partir de una tira de LEDs blancos enrollada alrededor de la fijación. De esta manera se genera una luz difusa por la superficie de la pared, con el detalle de que se ilumina también la manzana de la tapa.
No sé que le habrá podido pasar a ese Macbook, porque los modelos de aluminio no tienen más de cuatro o cinco años, pero puestos a tener que tirarlo a la basura o relegarlo a una oscura vida en el trastero, me parece mucho mejor convertirlo en lámpara.
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