El hazlo tú mismo que os propongo este fin de semana es para nota: convertir una lavadora en un fogón decorativo para el jardín. Bueno, en realidad sólo vamos a necesitar el tambor de una vieja lavadora, pero en cuanto os cuente los materiales y las herramientas entenderéis por qué se trata de un DIY nivel bricomaníaco, sobre todo si queremos que tenga el aspecto de este que han hecho Joe y Sarah.
Lo primero que vamos a necesitar es un tambor de lavadora, probablemente es un buen momento de preguntar en la familia si alguien se la va a cambiar, o si no buscar alguna lavadora desvencijada en el rastro o en tiendas de segunda mano. La idea es no gastarse mucho dinero y reciclar.
Las herramientas
Las herramientas básicas que vamos a necesitar son: destornilladores varios, un cúter, una buena lija para metales, un cepillo, estropajos y pintura para exteriores del color que más nos guste. Sin embargo, si queremos que el acabado sea perfecto, vamos a necesitar una amoladora (la sierra radial de mano) con diferentes discos para cortar, desbastar y cepillar, así como unas gafas protectoras y guantes de seguridad. Además, para hacer las patas también necesitaremos un soldador.
Como veis, si vamos a ir a por el acabado profesional, la cosa se complica un poco, pero también es cierto que podemos prescindir de algunos pasos y evitarnos tanta herramienta. También podemos buscar unas patas que se atornillen, para así solo necesitar un taladro, que de eso todos tenemos en casa.
El proceso
La primera parte es sacar el tambor de la lavadora. No es un proceso muy complicado, ya que se accede a el desde la parte de atrás y si no recuerdo mal de cuando he desmontado alguna, no hace falta mucho más que un destornillador y tal vez una llave inglesa.
Una vez tenemos el tambor en nuestro poder, debemos comenzar por quitar todas las gomas y partes de plástico, ya que no querremos que se quemen al encender nuestra primera hoguera. Con un destornillador plano podemos ir sacándolas haciendo palanca, y si alguna se resiste podemos utilizar el cúter. También podemos cortar con la sierra la pieza donde se engancha el rotor, al fondo del tambor, pero esto es opcional.
Si hemos decidido hacer las cosas sencillas ahora pasaríamos a limpiar el tambor de todos los restos de suciedad, cal y jabón, ya sea con un estropajo, agua y algún antical y antigrasa o con una amoladora o el taladro y el accesorio de cepillo, frotando hasta que quede bien limpio.
No obstante, si queremos hacer la boca del fogón un poco más ancha y el conjunto más estético, podemos cortar las rebabas que tiene en la parte superior, y que servían para sujetar las gomas. Esto lo hacemos primero con la radial de mano, con el disco de cortar, y luego nos aseguramos de que no quede ninguna arista sin pulir cambiando al disco correspondiente.
Como he comentado al principio, también podemos soldar unas patas o colocarle unas atornilladas. Esto hay que hacerlo antes de pintar, lógicamente, para que quede todo homogéneo. La ventaja de las patas es que aportan elegancia y además así podemos usar el fogón sobre tarimas de madera sin temer que se calienten demasiado y se puedan estropear.
Por último, con el tambor bien limpio y seco, procedemos a pintar con una pintura especial de exterior, puede ser en spray (me encanta el acabado que dejan) o aplicada con pincel como toda la vida. El color depende del gusto de cada uno, un blanco hueso o en gris oscuro como el de la foto son mis preferidos.
Ahora ya solo queda dejar que se seque la pintura y ya podemos disfrutar de un precioso fogón para el jardín hecho con el tambor de una lavadora. Nos habrá costado una tarde de trabajo pero seguro que las agradables veladas que pasaréis al calor de sus llamas y lo bonito que lucirá en el jardín harán que merezca la pena el esfuerzo.
Vía | House and Fig En Decoesfera | Proyecto minue: cómo quitar la pintura de pomos y tiradores de metal
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