De entrada lo habitual es elegir un color para pintar toda una habitación y listo, cada vez son más los que se animan con una pared de impacto que lleve una tonalidad que combine o contraste con el color de las demás, pero que sea diferente y aún hay otra opción que es la de, dentro de una pared, pintar una zona de la misma con un tono distinto al del resto.
La forma que pintemos sobre esa pared, puede ser tan sencilla como un círculo, no tiene que ser nada complejo. El color puede ser parecido al del fondo, tal vez un poco más claro o más oscuro para que se note la diferencia de forma sutil. El objetivo es que esta figura en otro tono nos sirva de marco dentro de la decoración para hacer destacar un objeto como puede ser una lámpara o incluso una pequeña escultura. Vamos con el paso a paso.
Cuando vayamos a pintar siempre empezaremos por comprobar y preparar las paredes. El cambio de color pondrá de manifiesto cualquier imperfección, así que antes de empezar tenemos que comprobar que las paredes no tengan ninguna grieta o irregularidades.
Seguiremos por preparar las herramientas. Para el siguiente paso, necesitaremos una cuerda, una cinta métrica, cinta de enmascarar o una chincheta, un lápiz y unas tijeras.
Lo siguiente será medir el círculo. Determinaremos qué tamaño de círculo queremos y, una vez decidido, calcularemos el radio que le corresponde. Cortaremos un trozo de cuerda de la longitud de ese radio y haremos un lazo en uno de los extremos. Debemos asegurarnos de que dejamos suficiente cuerda extra para el lazo o si no nuestro círculo quedará más pequeño de lo que habíamos calculado. Después, pegaremos o clavaremos el otro extremo de la cuerda al centro del círculo para hacer el trazado.
A continuación vamos a trazar el círculo. Para ello metemos el lápiz dentro del lazo, tensamos la cuerda y con pulso firme dibujamos un círculo alrededor del punto central. Si cometemos un fallo, no es problema, podemos borrarlo y empezar de nuevo.
Seguidamente pintaremos el contorno. Para ello vamos a aplicar el color que hayamos elegido para destacar con una brocha pequeña y pintaremos el borde dentro del círculo procurando que no sobrepase la línea de lápiz.
Continuamos rellenándolo. Rellenamos el resto del círculo siguiendo su forma en pinceladas circulares. Si el círculo es grande, podemos usar un rodillo para esta parte, pero teniendo cuidado de no salirnos por los bordes siempre.
- Y terminamos aplicando una segunda capa. Cuando la primera capa esté seca, aplicaremos la segunda con la misma técnica. Incluso podemos aplicar una tercera capa en caso de que el color sea muy oscuro o muy claro con respecto al de base.
Y ya está, terminado para que lo disfrutemos y para integrarse como parte de nuestra decoración. Ahora solo falta colocar el resto de las cosas y ver qué es lo que queremos que quede delante del círculo y que así destaque en esa estancia.
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En Decoesfera | Visualizer, la app de Bruguer que nos ayuda a elegir pintura con realidad aumentada