Llevamos el llavero hasta arriba de llaves. A veces es fácil distinguirlas, pero otras veces la del portal es exactamente igual que la de casa y cuando queremos entrar, perdemos más tiempo haciendo pruebas con unas y con otras del que realmente querríamos. Hoy os propongo un truco más económico que acercaros a la tienda de bricolaje más cercana para haceros con un cubrellaves al uso.
En el blog italiano Indie-guest nos proponen cubrir la cabeza de la llave con un globo de agua (de los que en mis tiempos costaban una peseta, seguro que ahora no serán más de 5 céntimos) y seguir un código de color para distinguir la llave de cada lugar. Una vez colocado el globo de agua sobre la llave, hazle un agujero para encajar dentro el llavero y ya lo tienes.
El ahorro es interesante porque los cubrellaves de las tiendas no suelen bajar del euro y medio o dos euros. Además, si combinas bien los colores, el lugar donde dejes las llaves mientras estás en casa puede ser más colorido.
Vía | Indie-guest
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