Cada vez nos gusta más retomar las antiguas prácticas de nuestros antepasados, las tiendas de labores cuelgan, temporada tras temporada el cartelito de "completo" en sus cursos de calceta, bolillos, petit point o punto de cruz. Si a eso unimos la tendencia retro de crochet, de la que tanto hemos hablado en Decoesfera nos encontramos con unas técnicas antiquísimas con diseños muy modernos.
Hemos visto que los interioristas han llenado la casa de enormes puffs de lana, almohadones de petit point con las calaveras de McQueen o alfombras realizadas con pompones de lana de colores, por no hablar de las clásicas colchas de crochet que hace una década teníamos en exclusiva para el campo y cuando no teníamos visitas y que hoy lucimos en las camas de los invtados con el orgullo del trabajo bien hecho.
No hemos llegado a los pañitos sobre las cabeceras de los sofás y butacas (y espero que a eso no lleguemos nunca), pero si, las maravillosas mantelería adornadas con encajes de bolillos y vainicas celestiales. En la última visita a una de mis tiendas de decoración favoritas, Indietro, pude ver una vez más el maravilloso efecto de los almohadones de petit point con diseño moderno sobre los sofás, las camas, las butacas...
Incluso, para los más osados o los más pacientes, una alfombra pequeña para los piés de la cama o el pasillo con motivos florales estilo Aubousson o geométricos queda muy hogareña y da un toque cálido a la estancia. Si os parece demasiado, siempre se puede empezar por la parte de delante de un almohadón, continuar con el almohadón completo y ya pasar a lámparas, alfombras y tapicerías, porque las labores enganchan y si sabes combinarlas bien dan un toque kitsch muy actual a cualquier decoración.
Las preciosas lámparas de punto son originales y dibujan divertidas sombras chinescas en el techo y las paredes que divertirán a los más pequeños. Hay que mantener un equilibrio, tampoco podemos tener toda la casa llena de labores de punto a riesgo de parecer adictos a los DIY de lanas, pero en general resulta divertido y colorido.
Para las habitaciones infantiles resultan, junto al patchwork, prácticamente indispensables, ya que las convierten en espacios muy entrañables y hogareños ¿qué hay más cálido que ovillarse en una butaca con una manta tejida por ti mismo o por alguien que te quiere, a leer un buen libro? Parece el summum de la tranquilidad.
¿Os animáis con las labores? ¿Os gusta la artesanía de aguja para decorar la casa?
Imágenes | El Blog de DMC, The Design Files, Maillo Design Textile, Indietro, Encajeras bolilleras En Decoesfera | Hazlo tú mismo: una funda de punto para un reloj de pared
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