El Petit Trianon es un palacete que se encuentra en Versailles. Fue el refugio preferido de la reina Marie Antoinette que tan de moda está gracias a la película de Sofía Coppola.
Si os hablo de ello ahora es, simplemente, porque hay algo verdaderamente sorprendente en la construcción de ese palecete: las ventanas se cierran por un sistema automático, convirtiéndose en espejos. De este modo, uno puede aislarse del exterior pero la falta de luz no empequeñece la sala, sino todo lo contrario.
Se trata de una solución muy ingeniosa, sobre todo contando que nos encontramos un par de siglos atrás. Así, vemos que el hombre siempre ha sido capaz de ofrecer respuestas originales y apropiadas a las necesidades del momento. Ya lo sabéis: si os estáis montando una casita, quizás sea una idea a tener en cuenta.
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