En una habitación juvenil hay tres ambientes que son fundamentales, el de dormir, el de trabajar y el del ocio. Para el de dormir todos tenemos claro que está la cama que es la gran protagonista de todos los cuartos, para leer, ver la tele, escuchar música y ocio en general, puede servir un puf o incluso la alfombra y finalmente para trabajar necesitamos un buen escritorio.
El problema está en que si desde el escritorio estamos viendo la cama y la zona de ocio constantemente es posible que nos cueste mucho concentrarnos. Por lo tanto es buena idea aislar ligeramente el escritorio de forma física y visual del resto del dormitorio, para eso podemos utilizar algún otro mueble colocado a su lado, como por ejemplo, una cómoda de cajones.
Personalmente me parece que es una idea excelente que obviamente cada uno puede adaptar en su estilo. Yo creo que habría preferido que la cómoda fuese blanca, pero eso es ahora lo de menos, lo importante es el fondo de la cuestión. El escritorio queda encerrado entre los pies de la cama y la parte trasera de la cómoda y nos ofrece un espacio de trabajo cerrado en el que concentrarnos.
Eso también permite que cuando estemos en nuestro rato de ocio no tengamos que pensar en el trabajo y nos resulte más fácil desconectar, porque desde la zona de ocio no vemos el escritorio que queda escondido detrás de los cajones. Claro que no es una separación fuerte como la de un tabique, pero suficiente como para que queden bien delimitados los diferentes ambientes.
Vía | Woonblog Fotos | Bolaget En Decoesfera | Cama convertible en escritorio para dormitorios infantiles
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