Cuando pensamos en dormitorios de bebés, muchos tenemos en la cabeza hacer un montón de compras hasta que conseguimos el ambiente que deseamos, y, al menos en España, no se compran muchas cosas de segunda mano para los cuartos infantiles (aunque sí que se aceptan préstamos/regalos de segunda mano de niños conocidos). Hoy os traigo el dormitorio de una niña de pocos meses llamada Julianne, cuyos padres le han amueblado su cuarto con objetos de segunda mano y muebles de la familia creando un ambiente muy femenino y vintage.
El rosa, por supuesto, es el color predominante en la habitación de Julianne, donde también hay lugar para el verde, el azul y tonos pastel. La cuna es el lugar más especial de este cuarto, y sobre ella se han colocado varias lámparas de papel que la niña puede divisar perfectamente cuando se despierta.
La cuna es el único mueble blanco de este espacio, y está decorada con textiles en tonos rosas y muchos lazos, lo que le da un toque muy femenino a ese rincón de la habitación. En la pared de la cuna podemos ver varios platos antiguos y en el lateral tenemos cuadros con fotos y una pizarra, que a mí no me parece muy buena idea para un cuarto de un bebé, ya que el polvo de tiza camparía a sus anchas por el ambiente.
Un detalle que me encanta de la imagen que encabeza este post el baúl de mimbre sobre la que se ha colocado una maleta, muy útil para almacenar pañales o para apoyar algún juguete si se necesitan las dos manos libres. La cestita que hay sobre todo el conjunto me parece una monería aunque no sé si es un elemento fijo de este rincón o la ponen y la quitan.
Sobre estas líneas tenéis el cambiador de Julianne, con la protagonista encima. El mueble, con múltiples cajones, se ha personalizado con tiradores de rosas que me parecen un acierto ya que le dan un toque muy original y femenino.
Encima de la cómoda se han colocado varios cuadros con vestidos de muñecas Barbie en lo que a mí me parece que es el mejor acierto de este dormitorio. Los vestidos le dan un aire juguetón y retro, sobre todo gracias al refuerzo del papel donde se apoyan. Eso sí, estoy segura de que en cuanto la niña crezca va a obligar a sus padres a sacar afuera la ropa de muñeca en vez de tenerla de decoración.
En un rincón de este cuarto tenemos una mecedora, ideal para los momentos de lactancia de la pequeña. Con un gran acierto, está colocada al lado de la ventana por lo que se disfruta de mucha luz natural. Las cortinas mantienen la tónica del resto del cuarto, con los colores pastel y una predominante rosa que le pone la "guinda" a un dormitorio de esos que se han montado con poco presupuesto pero con mucho mimo.
El mayor defecto que le veo es la moqueta del suelo que, junto con la pizarra y las tizas puede ser malo para las vías respiratorias de la pequeña aunque imagino que los padres han sopesado los riesgos. Para mí lo mejor son las bolas de papel sobre la cuna, más originales que otros móviles que hemos visto y más integradas en el resto de decoración.
Imágenes | Re-Nest En Decoesfera | Un dormitorio de bebé en rojo