La inversión que hacemos en el mobiliario infantil se amortiza mejor si lo que compramos son muebles que evolucionan o crecen con el niño, las necesidades de los pequeños cambian muy rápidamente en los primeros años de vida, si al principio necesitamos, cuna, trona, cambiador... En seguida la cosa cambia y pasamos a necesitar cama, escritorio, armario…
Si los muebles que compramos al principio son transformables y multifunción, pueden tener la capacidad de servir para todos los usos, de ese modo por un lado nos ahorramos el tener que comprar dos veces y lo que no es menos importante, no tenemos que guardar los muebles de bebé para dejar sitio a los de niño mayor, lo cual es un problema especialmente en apartamentos pequeños.
Muchas firmas de diseño de mobiliario infantil están ya especializadas en este tipo de piezas, muebles convertibles que con un pequeño cambio pasan de un uso a otro, el cambiador de Stokke es un buen ejemplo, lo utilizamos para cambiar los pañales al bebé y en cuanto deja de ser útil en ese sentido podemos reconvertirlo en escritorio, la trona de Stokke, también adaptable en altura y dimensiones en general es el complemento perfecto como asiento.
Si como escritorio no nos convence, o bien porque queremos uno más grande o porque aún es pronto para que el niño lo necesite podemos utilizar también el cambiador como estantería auxiliar, para colocar juguetes, libros o sencillamente adornos, a mi me parece muy práctico, de otro modo habría que desmontar el mueble y buscar en la casa un lugar donde guardarlo por si en algún momento se vuelve a necesitar, así lo tenemos siempre en uso y disponible.
Más información | Mini Jake o Stokke
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