En el mercado existen en la actualidad varios modelos de camas flotantes, algunas lo son realmente, utilizan propiedades relacionadas con los campos magnéticos para ello, otras lo son en la forma pero no en un sentido tan estricto de la palabra, ese es el caso de Dylan, sólo flota en apariencia, en realidad tiene patas aunque no estén a la vista.
Con todo, aunque no sea una cama realmente flotante, su diseño me parece muy bonito, me gusta para un dormitorio amplio en el que la cama pueda lucir con un espacio suficiente, está formada por dos piezas, la del cabecero y la de la base, en la imagen se puede ver la unión y hacia los pies tiene otras dos patas que no están en el borde sino más hacia el centro de la cama y que quedan ocultas por el pico de la colcha para perfeccionar el efecto.
Además de la curiosidad del efecto flotante de la cama que ya es suficientemente interesante de por si, también me ha gustado la combinación de colores que suele ser al revés, estamos más acostumbrados a estructuras oscuras con ropa de cama clara, me gusta la idea de la base en blanco o crema con un juego de textiles en chocolate, la verdad es que queda muy bien.
Ahora habrá alguien que dirá que le da grima el hecho de no ver las patas y que parezca que la cama se va a caer, evidentemente si un fabricante comercializa una cama es porque está seguro de su resistencia y además en las especificaciones técnicas deberá indicar el peso que es capaz de sostener, pero aún así absténganse desconfiados, por si acaso.
Vía | Furniture Fashion Más información | Catellan Italia En Decoesfera | Camas flotantes
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