Seis años de trabajo le ha llevado a Janjaap Ruijssenaars y varios especialistas como Bakker Magnetics, para conseguir retar a las fuerzas de la gravedad.
La cama magnética está suspendida por cuatro finos cables (cuyo objeto no es sostenerla, sino garantizar una posición inmóvil) y se suspende mediante material permanentemente magnético capaz de soportar 900 kilos.
Por otro lado, la cama Fluttua intenta conseguir lo mismo pero con principios mas sencillos: simplemente anclándola en la pared.
Son solo dos ejemplos para hacer una habitación "diferente" o, simplemente, más divertida.
Vía | Todoconstrucción | Lago
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