Si en la habitación de los niños tenemos muebles demasiado serios, si se trata de aprovechar mobiliario de adulto o si simplemente queremos adornar más y buscamos detalles con los que dar alegría y ambiente juvenil a la habitación, hay un montón de opciones que podemos tener en cuenta. Pintar la pared de un color vivo es una de las primeras posibilidades, pero si nos resulta demasiado engorroso hay soluciones más sencillas.
Para crear ambiente a partir de los complementos yo distinguiría entre los textiles y los que no lo son, en lo que a textiles se refieren, las mantas a los pies de la cama, las pequeñas alfombras auxiliares y los cojines, son para mi gusto tres de los puntos clave, tanto para dar protagonismo a un color como para dar calidez al entorno, con la ventaja de ser en general bastante baratos y que se pueden renovar con cierta frecuencia.
En cuanto a complementos no textiles, podemos distinguir entre pequeños muebles como mesas auxiliares, mesillas o asientos y accesorios ya sean funcionales o para adornar, colgadores, lámparas, relojes, espejos, cuadros, marcos para fotos... siempre los accesorios que son a la vez útiles y decorativos son los más adecuados, se trata de saber cuales son las necesidades del joven o niño y cubrirlas al mismo tiempo que se decora.
La diferencia entre que el cuarto sea para chico o para chica, suele estar en el color por un lado y en los motivos decorativos por otro, no es que el cuarto de la chica tenga que ser rosa y el del chico azul, pero si que es verdad que hay tonalidades típicamente femeninas y otras masculinas, también en los dibujos para las chicas se buscan más elementos como flores, estrellas, lunas... para los chicos son más habituales cuestiones asociadas por ejemplo a los deportes.
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