María Lancha
EditorPor lo general, la cocina es lo primero que ponemos al entrar en una casa y lo último que modificamos. El precio de los electrodomésticos sumado a todo lo que supone una reforma de muebles, paredes y encimeras hace que nuestra cocina envejezca con nosotros exactamente igual que el primer día.
Pero si estás cansado de ver tu vitro sin vida, los azulejos desgastados y los muebles te piden un cambio, apúntate estas tres reformas sin obras con las que yo convertí mi cocina sosa y sin luz en un modelo mucho más moderno e impactante que todos quieren copiar. ¿Te animas?
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Cómo reformar sin obras la cocina
Vía @micalomoro
Para empezar, vamos a cambiar esos muebles rotos y desgastados por su mejor versión. Lijamos la superficie y pintamos con pintura para muebles aglomerados en color blanco para darles una sensación de iluminación y claridad. Luego, cuando estén perfectamente secos y uniformes, cambiamos los tiradores. ¡Estos dos cambios habrán modificado la identidad de tus muebles!
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Después, continuamos cambiando el color de la grifería. Para ello, utilizamos bolsas de basura que cubran el resto de la superficie y la alejen de goterones o manchas, y empleamos spray en aerosol negra satinada, el resultado será brillante, cálido e ideal. Y por último cambiamos las baldosas amarillentas por un papel vinilo que cubra toda la superficie, la realce y aporte luminosidad y un estilo mucho más actual. ¿Te quedas con el cambio?
Imágenes | Vía @micalomoro
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