María Lancha
EditorHay recursos en decoración que, con muy poco, transforman mucho. Detalles que no solo embellecen, sino que imprimen carácter, profundidad y estilo a cualquier estancia, independientemente de los grande o pequeña que sea. Y en el mundo del interiorismo, las molduras sobre la pared son, sin duda, uno de esos secretos bien guardados que ahora regresan con más fuerza que nunca.
Así lo afirma la interiorista Andrea Feliu (@andreafeliustudio), responsable de la reforma de este dormitorio que ha pasado de ser una estancia simple y anodina a convertirse en un auténtico refugio de diseño. Para ello, la clave fue vestir las paredes lisas con molduras elegantes y bien proporcionadas.
La magia de las molduras en la pared
Vía @andreafeliustudio
Lejos de ser un elemento exclusivo de viviendas clásicas, las molduras han evolucionado. Hoy se reinterpretan en clave moderna como líneas limpias, perfiles sutiles y composiciones que juegan con el ritmo visual sin sobrecargar el espacio donde se instan.
En este dormitorio, Andrea ha apostado por molduras finas y rectas, enmarcando zonas estratégicas de la pared para crear un efecto panelado o enmarcado, que añade profundidad y sofisticación sin restar serenidad. Pintadas del mismo tono que la pared (un blanco cálido, luminoso y atemporal), el resultado es una textura visual que eleva por completo el espacio sin gritar por atención.
"Las molduras vistiendo estas paredes lisas han elevado por completo el aspecto de este dormitorio", afirma convencida.
De un dormitorio liso, plano y sin alma a una pared con presencia
Vía @andreafeliustudio
Antes de la intervención, el dormitorio contaba con paredes lisas y un mobiliario funcional pero falto de alma. Aunque los colores eran neutros, el conjunto carecía de dinamismo. Faltaba ese detalle que hiciera que el espacio respirara estilo. El típico “algo” que no se sabe definir, pero que se percibe nada más entrar.
La incorporación de las molduras cambió la narrativa de la estancia. Ahora, el dormitorio cuenta con un lenguaje arquitectónico propio, sin necesidad de grandes obras ni reformas invasivas. Además, la simetría creada por el diseño de las molduras se ha convertido en el telón de fondo perfecto para el resto de la decoración: textiles suaves, iluminación cálida y elementos naturales como madera clara y lino.
Fotografías | Instagram de Andrea Feliu
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