Joana Costa
EditorSiempre he disfrutado de la calidez y el ambiente que aportan las velas a mi hogar. Sin embargo, cuando se consumen, queda ese pequeño resto de cera que no sabemos qué hacer con él. Hace poco, descubrí una manera increíble de reutilizar estos restos y transformarlos en algo totalmente nuevo y aromático.
La clave está en recoger todas esas pequeñas cantidades de cera que solemos tirar. No importa si son de diferentes colores o aromas, porque al mezclarlas, puedes crear velas únicas y personalizadas. Pero lo mejor de todo es que puedes añadir un toque especial colocando pieles de mandarina en el caldito de cera derretida. El resultado es un aroma cítrico y relajante que llena tu hogar de frescura.
Pieles de mandarina
El proceso es muy sencillo. Comienza derritiendo los restos de cera al baño maría a fuego lento. Mientras la cera se derrite, puedes preparar el recipiente donde harás tu nueva vela. Un frasco de vidrio reciclado es perfecto, pero también puedes usar moldes de silicona para darles formas divertidas.
Una vez que la cera esté completamente líquida, añade las pieles de mandarina en trozos pequeños. Esto no solo potenciará el aroma, sino que también le dará un toque decorativo si decides dejarlas visibles. Si te apetece, puedes agregar unas gotas de aceites esenciales para personalizar aún más el olor.
Coloca una mecha en el centro del recipiente, asegurándote de que quede fija. Puedes usar pegamento o una base metálica para mantenerla en su lugar. Luego, vierte la cera derretida con cuidado, dejando un pequeño espacio en la parte superior. Deja que la vela se enfríe completamente antes de encenderla.
Otra idea genial es usar esta mezcla de cera y mandarina para crear ambientadores sólidos. Solo necesitas verter la cera en moldes pequeños, como los de bombones, y dejar que se enfríe. Estos ambientadores son perfectos para colocar en cajones o armarios, dejando un aroma fresco y natural.
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Desde que descubrí esta técnica, no he vuelto a tirar los restos de mis velas: son un tesoro. Es una forma sencilla y económica de reutilizar algo que de otro modo acabaría en la basura. Además, el resultado es tan bonito y funcional que incluso puedes regalarlas a tus amigos y familiares.
Fotos | Vlada Karpovich y Mercadona
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