Cuando llega el frío siempre revisamos los rincones de casa que peor llevan las bajas temperaturas. Esos baños que tardan en templarse, los dormitorios pequeños que tienen orientación norte y que acumulan humedad por la noche o incluso el rincón del despacho donde trabajamos a primera hora. En invierno, cualquier gesto que aporte un poco de calor se agradece, sobre todo si no implica encender la calefacción general o tener un aparato grande ocupando un enchufe durante horas.
En los últimos años hemos visto cómo los pequeños electrodomésticos se han convertido en aliados discretos que solucionan necesidades muy concretas sin grandes complicaciones. Frente a los radiadores voluminosos o los calefactores que requieren su propio hueco, cada vez más gente busca opciones compactas que puedan usarse solo cuando se necesitan y que no supongan un desembolso alto. Y si además no llevan cables, mejor que mejor.
Un calefactor sin cables, compacto y pensado para estancias pequeñas
Lidl acaba de poner a la venta hoy viernes un calefactor cerámico de bolsillo que encaja justo en esa tendencia. Se trata de un dispositivo muy compacto que no necesita cable porque se conecta directamente al enchufe, quedando prácticamente integrado en la pared y ocupando menos espacio que muchos cargadores.
Esa simplicidad lo hace especialmente útil en estancias pequeñas en las que cada centímetro cuenta, desde un baño hasta un dormitorio pequeño o un rincón de teletrabajo. Su potencia de 600 W está pensada para calentar espacios reducidos de manera rápida y puntual, ofreciendo un extra de confort sin disparar el consumo eléctrico ni generar ruido molesto mientras está en funcionamiento.
El aparato incluye un pequeño termostato regulable y un temporizador de 24 horas. También incorpora un sistema de desconexión automática en caso de sobrecalentamiento, algo imprescindible en cualquier calefactor por pequeño que sea.
Su tamaño sea tan reducido que puede guardarse en un cajón y trasladarse fácilmente a otra habitación, convirtiéndolo en un recurso práctico para viviendas pequeñas o para quienes no quieren tener un calefactor fijo. Está disponible en dos colores, blanco y negro. Y respecto al precio, este calefactor mini que se conecta directamente a un enchufe, cuesta 9,99 euros.
Fotografías | Freepik, Lidl
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