Reciclar en casa es una tarea esencial para cuidar el medio ambiente, pero puede resultar incómoda, especialmente en viviendas con poco espacio.
Separar los residuos entre distintos contenedores para papel, plástico, vidrio y orgánicos requiere un sistema de almacenamiento que muchas veces los hogares pequeños no pueden ofrecer.
Esta falta de espacio genera desorden y convierte el reciclaje en una tarea engorrosa, afectando el compromiso de las personas con esta práctica ecológica. De hecho, muchas abandonan por falta de soluciones realistas.
Además de la falta de espacio, la mayoría de los contenedores de reciclaje disponibles en el mercado no están diseñados pensando en la practicidad para viviendas pequeñas.
Los cubos suelen ser grandes y poco adaptables a cocinas o balcones reducidos, lo que obliga a improvisar con bolsas o cajas que, además de ocupar más espacio, no siempre permiten una separación eficiente. Esta situación no solo genera incomodidad, sino que también puede llevar a que las personas se desmotiven a reciclar de manera constante.
Afortunadamente, en los últimos años han surgido soluciones más prácticas y adaptables para el reciclaje doméstico, como cubos modulares o sistemas apilables que permiten optimizar el espacio.
Estas alternativas ofrecen una opción más cómoda para organizar los residuos sin que el proceso interfiera con la estética o la funcionalidad de la vivienda.
Contar con opciones prácticas y adaptadas a las necesidades de cada hogar es clave para facilitar la tarea del reciclaje y fomentar un mayor compromiso con el cuidado del medio ambiente. Una de las nuevas soluciones está en Ikea.
Se trata del cubo Gardsbutik, un cubo con tapa de color beige grisáceo que le da una total versatilidad para encajar en cualquiera de los interiorismos actualmente en boga. Su tonalidad estilo nórdico se abrazará con cualquier cocina actual.
Este cubo cuesta 19,99 euros y tiene una capacidad de dos litros, evitando el sistema de bolsas colgadas por los armarios y de cubos en el suelo que no hacen más que ocupar espacio, ya que estos van colgados en la pared y son volantes.
Además, estos cubos pueden situarse en cualquier pasillo o zona de paso, y sirven como como recibidor e incluso repisa decorativa. De hecho, La parte superior del soporte de pared del cubo tiene los bordes elevados para poder colocar encima objetos pequeños como las llaves, monedas y el teléfono móvil.
Se puede usar uno o combinar varios construyendo estructuras con diferentes formas según el espacio disponible en cada pared. Cuando esté lleno, puede sacarse fácilmente del soporte de pared para llevar los residuos al contenedor adecuado. El asa integrada permite sacar el cubo y volver a colocarlo fácilmente cuando se quieran levar los residuos al contenedor adecuado.
Fotos | Thirdman e Ikea
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