Joana Costa
EditorLos Ikea hacks se han convertido en una tendencia en decoración, ofreciendo soluciones ingeniosas y económicas para transformar muebles y accesorios del gigante sueco en piezas únicas. Uno de los trucos más útiles del momento consiste en convertir un simple portarrollos o un bote de Ikea en una lámpara de diseño sin necesidad de herramientas ni conocimientos de electricidad.
La idea es sencilla: aprovechar la estructura del portarrollos Pampig o del bote con tapa Verdagen como base y combinarla con una luz LED recargable con mando a distancia, disponible en Amazon por unos 15 euros.
Una luz sin cables
El resultado es una lámpara decorativa, versátil y completamente personalizable. Este truco se ha popularizado en redes sociales por su facilidad y bajo coste. En pocos minutos y con materiales accesibles, cualquiera puede crear una luminaria con un diseño elegante que se adapta a distintos estilos decorativos. Además, al funcionar con luz recargable, se evita el uso de cables, lo que permite colocarla en cualquier rincón del hogar.
El proceso de montaje es rápido y no requiere herramientas especiales. Si se usa el portarrollos Pampig, se debe colocar boca abajo sobre una base estable. En el caso del bote Verdagen, basta con retirar la tapa y rellenar el envase con productos de temporada, por ejemplo piñas, flores secas, piedras, cuentas de cristal o cualquier objeto que filtre la luz de manera interesante.
La luz LED recargable se coloca en la parte superior, asegurándose de que quede bien centrada para una iluminación uniforme. Con el mando a distancia, se pueden ajustar el brillo y los colores para crear diferentes ambientes.
La principal ventaja de esta transformación es su bajo coste y facilidad de ejecución. En pocos minutos y sin necesidad de instalaciones eléctricas, se consigue una lámpara original y funcional. Además, al utilizar una luz LED recargable, el consumo energético es mínimo y se puede cambiar de ubicación con facilidad.
Sin embargo, también hay algunas limitaciones. La autonomía de la luz recargable suele ser de pocas horas, por lo que es necesario recargarla con frecuencia si se usa de forma continua. Por ello, este Ikea hack es una opción ideal para quienes buscan una lámpara única y personalizable sin gastar demasiado.
Experimentando con distintos materiales y combinaciones de luz, se pueden conseguir efectos sorprendentes que transforman por completo cualquier espacio, y lo adaptan al devenir de las estaciones del año. Todo un acierto para inquietos de la decoración.
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Fotos | Andreea Ch
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