Llamadme loca, pero me siento atraída por las ventanas que tienen vidrieras. La luz al pasar por ellas se convierte en un chorro de color y son muy chulas de ver durante el día, aunque es cierto que durante la noche deslucen un montón. Yo en una casa normal, las usaría para el baño por ejemplo, ya que mantienen la intimidad pero dan un toque sofisticado.
No digo que haya que ponerlas en todas las casas ya que usadas en exceso puede parecer que vivimos dentro de una iglesia, pero en su justa medida pueden ser interesantes como recurso decorativo. Esto ya lo sabían los romanos y los egipcios, que fueron los primeros en usarlas, aunque como sabéis su uso se popularizó en el gótico, cuando las paredes de las iglesias pudieron ser más livianas gracias a los contrafuertes y arbotantes.
Hubo una explosión de las vidrieras a finales del siglo XIX como parte del movimiento art deco y actualmente hay escuelas que enseñan a hacerlas con más o menos maña. A mí particularmente no me atraen mucho esas lámparas de Tiffany (otro invento del XIX) que venden en las tiendas pero como os digo, las vidrieras en las ventanas me vuelven loca.
Hay vitrales figurativos como los que encontramos en las iglesias, que generalmente representan una escena de la Biblia, pero con la llegada del siglo XXI cada vez es más común encontrarlas en sitios insospechados y generalmente no representan ninguna escena ni tratan de reproducir una imagen.
En la Edad Media, estas vidrieras se hacían a partir de cartones dibujados por artistas (en el siglo XX hasta Chagall participó con su aportación) con los que se hacen muchos trozos de vidrios tintados antes de cristalizar. Se realzan con grisalla y se unen con plomo u otro metal más resistente. Este plomo son las rayas negras que vemos en los vitrales y que no sólo sirve para delimitar el borde de las figuras, sino también para aislar los diferentes colores. ¿Alguna vez habéis observado que los dibujos de las vidrieras no tienen profundidad? Me encanta cómo queda.
A la hora de instalar una vidriera en vuestra casa, paraos a pensar a qué hora entra el sol por esa ventana, ya que determinará la imagen y los colores que deben utilizarse durante la obra. También tenéis que pensar qué tipo de imagen vais a poner, si es figurativa o no o si habéis pensado desarrollar una historia en varias ventanas. También está la posibilidad de reformar una iglesia y quedarte con el rosetón como ventana del dormitorio, nunca se sabe.
En cualquier caso, si os vais a animar a poner vidrieras, mandadnos fotos para enseñarnos el resultado final, aunque vuestra casa no se parezca a la Saint Chapelle parisina. Como siempre, nuestro mail es editores arroba decoesfera.com.
Imágenes vía | Apartment Therapy En Decoesfera | Tiffany: el hombre que revolucionó la iluminación
Ver 3 comentarios