Shay Alkalay no debe ser una persona supersticiosa, de lo contrario nunca habría diseñado una cajonera con trece cajones, estoy segura de que muchos no comprarían el mueble sólo por eso, todo sabemos que hay gente que tiene fobia al número trece, igual que a los gatos negros o al hecho de pasar bajo una escalera… No es mi caso, aunque reconozco que de tanto oírlo si veo un 13 también pienso en mala suerte.
Si obviamos el detalle del número de cajones, en cuanto a diseño la cajonera es muy bonita, divertida porque los cajones se pueden girar y abrirlos por cualquier lado, se pueden conseguir con el mueble infinidad de formas simétricas o asimétricas, es muy versátil y perfecto para colocar en un lugar central, no quedaría bien pegado a la pared pero tampoco requiere de excesivo espacio.
Creo que en lo del número han reparado también los fabricantes y por eso hay también una versión de ocho cajones, un número el 8 no tan famoso, pero con un significado mucho más positivo, supongo que tenían miedo de que si la hacían sólo con trece no venderían muchas, en cuanto al color también hay varias combinaciones a elegir, eso si, el precio ronda los seis mil euros, algunos tendremos que buscar algo parecido pero más asequible.
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