Yo siempre he sido muy golosa, y cuando de pequeña me contaban el cuento de Hansel y Gretel no podía evitar pensar en el chocolate de las paredes de la casita de la bruja y en el caramelo de sus muebles. Resulta que ha tenido que llegar el diseñador Pieter Brenner para la aparición de la primera silla de caramelo, a la que ha llamado, muy acertadamente, Sugarchair.
La silla, que puede ser usada para sentarse, está fabricada completamente de azúcar derretido y solidificado, vaya, el caramelo de toda la vida y además es comestible (aunque no os lo recomiendo si queréis que el mueble os dure). El diseñador reta a los que le encarguen una de estas sillas a que jueguen con las formas ya que el caramelo es bastante fácil de moldear o de hacer más pequeño chupándolo por lo que este mueble tan original puede ser más personal si cabe.
Eso sí, si os ponéis a chupar la silla tened cuidado no sea que os paséis y os quedéis sin ella. Brenner dice que ha usado este material porque en el futuro el azúcar será un material básico para el combustible ecológico, plásticos y cosméticos.
A mí el diseño de la silla me parece impecable pero me da qué pensar el material ya que fijo que a los pocos días de tenerla me viene a casa una manada de hormigas a devorar la parte que no me coma yo (con gran regocijo por parte de mi dentista). Eso sí, los colores son ideales para las habitaciones infantiles.
Vía | Monkeyzen En Decoesfera | Butaca transparente de Nendo