No sé muy bien por qué, pero es inevitable asociar las cenefas de encaje con las tiernas abuelitas o la decoración rústica. Lejos de ser un elemento demodé, el encaje vive una segunda juventud, y no es difícil encontrar referencias en las colecciones más modernas. La estantería Granny es un buen ejemplo, pues se basa en esas tiras de bolillos que inevitablemente han vestido los estantes de tantas casas, pero simplificándolos hasta el punto que no son un añadido, sino parte de la estructura.
Hecha de acero, se pude utilizar tanto en interior como en exterior, y se fabrica en blanco brillante y negro. Concebida como una sola pieza, el estante se alarga en un ángulo troquelado que imita un encaje de dibujo perfecto. Puede colocarse con éxito en muchas estancias, por ejemplo en una habitación de estilo romántico o en una pared de la terraza para albergar macetas.
Tampoco nos cuesta mucho imaginarla en una cocina como despensa llena de tarros, o haciendo servicio en el baño, con las cremas y los jabones ordenados sobre ella. A pesar de ser muy ligera, está preparada para soportar hasta veinticinco kilos de peso.
Vía | Cuarto Derecha Más información | Beerd van Stokkum En Decoesfera | Taburetes y estantes, son las letras del abecedario