Las soluciones para espacios pequeños o para "esconder" zonas de mucho uso y habitual desorden como un escritorio, son siempre bienvenidas. A medio camino entre un escritorio tradicional y un secreter (donde tus secretos quedan ocultos), los escritorios de pared son una gran solución cuando no quieres renunciar a un espacio propio para trabajar en casa o simplemente, para usar un escritorio en momentos puntuales.
Su diseño ligero y los distintos precios (te enseñamos opciones de diseño y las versiones low cost) te permitiran disfrutar de la opción que mejor se adapte a tu espacio y a tu bolsillo.
Algunos son bonitos cerrados y abiertos por lo que pueden tener cabida en cualquier pared del salón o del dormitorio. Las versiones más sencillas son perfectas para cocinas o ¿porque no?, incluso para terrazas cerradas donde suele haber luz abundante.
Solo asegúrate de tener una silla cerca para cuando te toque usarlo.
- Un modelo sencillo y funcional. El marco de madera crea un bonito efecto cuando está cerrado.
La Redoute Interieurs Escritorio de pared ELORI antes 279 € ahora -30% 195.30 €
- El diseño viene de mano de Hartô. En madera de roble la versión más nórdica y fresca.
Domestico Shop. Escritorio Gaston Roble Hartô Diseñador: Florence Watine precio 585,00 €
La versión elegante en nogal. Domestico Shop. Escritorio Gaston Nogal Hartô Diseñador: Florence Watine 640,00 €
- Este sí es un secreter, pero muy ligero y de aire vintage.
Maisons du monde. PAULETTE Secreter con 3 puertas tricolor 299,00 €
- En Kave Home tenemos la versión invertida. Se abre de abajo a arriba y su balda superior puede ser una repisa porque queda a la altura de una mesa. Kave Home. Escritorio de pared Cathy 337 €
- Este modelo no se oculta con tapa pero está en esta relación por su precio imbatible. El escritorio está totalmente suspendido a la pared y tiene el fondo justo para colocar un ordenador.
- Esta versión en la que la tapa se convierte en una mesa con pata también tiene un precio muy asequible. Eso sí. Cero diseño, cerrado es una caja blanca. Me parece perfecta para sitios poco usuales pero muy luminosos como una terraza, solarium o tendedero para disfrutar una zona de trabajo en el rincón más inesperado.
- La misma idea pero con una práctica pizarra a la vista cuando el escritorio está cerrado.
Imagen de portada Hartô