Por si queda alguien que aún no lo sepa, mi vida laboral se reparte, básicamente, entre la física y la decoración. De ahí que me encante cuando encuentro piezas que unen las dos cosas, es decir, que son decorativas y que tienen la física como fundamento en su forma o en su función. Algo así es lo que sucede con los jarrones de la foto sobre estas líneas.
Aparentemente son jarrones normales, tipo violeteros, para una sola flor y con un diseño modernista. Pero si nos fijamos bien nos daremos cuenta que hay algo chocante en su base y es precisamente la ausencia de ella. Puede parecer increíble que estos jarrones se mantengan en pie siendo tan estrechos y el secreto está en el magnetismo que una vez más se pone al servicio de la decoración.
En la foto sobre estas líneas tenéis el secreto descubierto. El jarrón tiene una pieza con la que experimenta una fuerte atracción magnética y que es la que hace que se mantenga en pie. Pero esa pieza se puede colocar debajo del mantel de tal modo que nunca queda a la vista y el jarrón parece sostenerse de forma casi mágica.
Me encanta por el hecho de utilizar el magnetismo para crear un diseño especial y además me encanta porque los jarrones quedan muy elegantes y se pueden colocar en la mesa en disposiciones de lo más diversas creando todo tipo de conjuntos y de decoraciones florales.
Vía | Notcot
Más información | Arq4design
En Decoesfera | El baúl de Decoesfera: el magnetismo al servicio de la decoración
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