Ya os dijimos que este otoño se llevaba el color dorado, así que ¿por qué iba a ser Halloween diferente? Os invito a que probéis este año a pintar de plateado o de dorado los objetos que queráis introducir en la decoración de vuestra casa de miedo, como calaveras o calabazas.
Simplemente, acercáos a una tienda de pintura y pedid pintura plástica del color elegido y con un poco de maña, dadle una capa a una calabaza o a una calavera. Veréis cómo cambia radicalmente la decoración y le da un toque distinto.
Recordad que estos dos colores son apuestas decorativas muy arriesgadas y es fácil caer en la sobreabundancia. Un par de objetos dorados o plateados en una estancia serán chic. Más de dos ya puede ser hortera, especialmente si alguno es grande.
Por supuesto, yo evitaría comerme la calabaza después de pintada de esa guisa, aunque podéis probar a vaciarla antes y luego pintarla. Incluso podéis seguir los consejos que os dio Fiona para que sea más terrorífica.
Imagen vía | Martha Stewart En Decoesfera | Halloween
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