Alguno tiene a veces la oportunidad de conseguir muebles antiguos de segunda mano, pero no sabe que podría hacer con ellos, algunos pueden ser complicados de integrar, como es el caso de esta vieja mesilla que veis sobre estas líneas, sin embargo siempre puede haber una alternativa de uso y una reforma que nos permita aprovechar el mueble en nuestra casa.
En este caso el dueño del mueble ha pensado en utilizarlo como rincón para su perro, aunque en el mercado hay cada vez más complementos y accesorios para mascotas, algunos siguen pensando que todavía les falta mucho que mejorar y que es mejor crearlos por uno mismo, así que con algo de imaginación y un bote de pintura, una mesilla de noche vieja, se puede convertir en un lugar de descanso para una mascota pequeña, veamos el resultado.
Se ha retirado la puerta, obviamente innecesaria para el nuevo uso y se ha lacado el mueble en color blanco, se ha suavizado así mucho su aspecto, el mueble se puede colocar en cualquier estancia, lo lógico es que lo pongamos en el lugar en el que queremos que descanse el perro, podemos utilizar además la superficie para colocar algún adorno encima de él.
Dentro se ha colocado un cojín, para hacer el espacio más confortable al descanso del animal y se ha conseguido una caseta para él, no muy grande pero que parece cómoda. En realidad el mueble se podría haber aprovechado también en otros usos, pero esta me ha parecido una idea muy original, que posiblemente a mi además no se me habría ocurrido porque no tengo mascota.
Vía | Design Sponge
En Decoesfera | Antes y después: muebles de madera lacados
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