Leyendo sólo el título de este post es fácil que penséis en un lugar sórdido con algún reservado para hacer el mal, pero lo cierto es que las bolas de discoteca pueden cambiar un ambiente dándole un toque festivo. En este caso, se eligió colocarla en el techo del salón de manera que reflejara el sol al entrar por la ventana.
Creo que el efecto es más bonito si cabe porque la estancia es clara con colores pastel, con un aire romántico y por supuesto donde no te imaginarías que te ibas a encontrar una bola de discoteca. Si os fijáis ni siquiera hace falta que sea móvil como las de las discotecas de verdad ya que el sol con su propio movimiento hará que la luz gire por la estancia a lo largo del día.
En mi opinión, es muy arriesgado jugar con este tipo de complementos y, aunque yo no lo vería en un salón no me disgustaría para una sala de estar o incluso para un dormitorio de adolescente que no esté forrado de posters todas las paredes. Eso sí, hay que medir muy bien el resto de elementos decorativos si no queremos que nos quede como la habitación de Dita Von Teese.
Si os gusta la idea, que sepáis que venden bolas de discoteca en las tiendas especializadas en iluminación, por ejemplo en Madrid en la calle Barquillo. Además, las hay de distintos tamaños y colores para poder personalizar, ¿os sentís atrevidos?
Imagen vía | Re-nest
En Decoesfera | Un cabecero muy disco
Ver 3 comentarios