Cuando comenzamos el día pasamos normalmente por todas las estancias de la casa, pero una de las más importantes de buena mañana es la cocina. Allí es donde preparamos y disfrutamos del desayuno preparándonos para el día que tenemos por delante. Por eso, entre otras cosas, es importante que nuestra cocina sea un lugar agradable en el que estemos a gusto y que incluso nos inspire buen rollo.
La de las fotos de este artículo está situada en un piso de Barcelona en el que la luz es una de las grandes protagonistas. La cocina es blanca para potenciar aún más esa claridad natural y ese color solo contrasta con una isla central en color wengé. Yo confieso que lo primero que me enamoró es el mensaje en el cristal que separa la cocina de la sala de estar: It's a beautiful day. Don't let it get away... de la famosa canción de U2, pero cotilleando en el interior tiene otros muchos detalles interesantes.
La cocina está estructurada en paralelo, en un lado está la zona de cocción y fregado y en otro el área de las columnas. El mueble vinoteca de Liebherrwkues, ubicado en el centro de la cocina tiene también su protagonismo. La isla lleva adosada una mesa en madera de roble color wengé, diseñada y fabricada por Clysa. Está claro que se trata de una cocina muy grande en la que no fue difícil permitirse un lujo como ese, pero ha quedado muy bien.
La zona de columnas, integrada en una de las paredes está equipada con hornos de De Dietrich, frigorífico de Siemens y módulos de almacenaje en formato vertical que son fundamentales para sacar el máximo partido al espacio disponible. En esa zona se pueden guardar tanto alimentos como menaje, de forma ordenada y sin que queden a la vista.
Como antes comentábamos, una de las características principales de este proyecto es el aprovechamiento de la luz. Es por eso que se utilizó como cerramiento de la cocina un cristal transparente, que comunica esta estancia por un lado con la zona de lavadero y por el otro con la zona de salón y comedor.
El módulo persiana no puede faltar en una cocina de Santos, es una de las claves a la hora de identificarlas. Como seguramente ya sabéis, Santos fabrica de manera casi artesanal este mueble, lo que lo convierte en un módulo único en el mercado, por su peculiar construcción y por los materiales empleados. Es el lugar perfecto para guardar pequeños electrodomésticos y proporciona al abrirlo una zona de trabajo auxiliar.
Tanto la zona de fregado de una cocina como la de cocción son las que mayor carga de trabajo diario soportan y por eso las cualidades funcionales son muy importantes en esa zona. Se ha prestado especial atención a los tiradores que van integrados en el mobiliario para mayor facilidad de uso y limpieza.
En la zona de preparación y cocción la encimera de color blanco es de Silestone y la zona frontal de la pared está revestida con un panel en el mismo material y color que la encimera, de ese modo esa zona resulta súper fácil de limpiar. En esta zona hay además varias tomas de corriente para el uso de pequeños electrodomésticos y también hay un sistema de iluminación que va integrado en la base del mueble superior.
Uno de los detalles que más laman la atención es el dosificador de jabón encastrado en la encimera que se puede ver en las dos primeras fotos de este artículo. Tanto este complemento, como la grifería o la campana decorativa de Pando combinan con el tono de los electrodomésticos situados en la zona de columnas y el conjunto resulta muy armónico y equilibrado. A mi la verdad es que me encanta como ha quedado, y vosotros ¿qué decís?
Más información | CLYSA PROYECTOS INTEGRALES y Santos
Fotos | Kris Moya
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