A mi parte física le han gustado mucho estos cubiertos, pero a mi parte decorativa, algo le ha dicho que no sería muy buena idea utilizarlos, por eso he decidido hacer un pequeño análisis de pros y contras al respecto. Es evidente que en el proceso de fabricación se ha acumulado mayor cantidad de masa en la zona que usamos para comer y no en la de agarrar, por eso los cubiertos que tienen el centro de gravedad desplazado, quedan así cuando los colocamos en la mesa, como vemos en la foto.
Eso tiene la ventaja de que cuando queramos cogerlos, la zona para sujetar ya estará elevada y parece que puede facilitar que los agarremos con más comodidad, cosa que aunque tiene su gracia, no es muy necesaria porque la mayoría de nosotros somos perfectamente capaces de separarlos del mantel sin grandes dificultades.
La desventaja es evidente, si los apoyamos en el mantel después de haberlos utilizado, o sea sucios, lo mancharemos y no poco, así que habrá que apoyarlos sobre el plato o un soporte adecuado y en ese caso, cualquier cubierto, aunque no desafíe a la gravedad, ya queda fácil de coger. Resumiendo, en mi opinión, casi tendría más utilidad lo contrario, acumular peso en el mango, porque así podríamos prescindir de soportes o apoyarlos en el mantel sin manchar.
Vía | Trendhunter
En Decoesfera | Link, curioso accesorio para unir cubiertos
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