Platos con Alma ¿perversa?

De las 10 peores ideas que esta década ha dejado en gastronomía, según Jesús Encinar, me siento especialmente identificada con la número 3.

3. Vajillas imposibles. En algún lugar de la China profunda un operario debe de estar preguntándose si realmente alguien come en los platos que fabrica o son puramente decorativos. Un restaurante que se precie parece que ya no puede tener unos platos de toda la vida, no señor, hacen falta platos descomunales que no quepan en la mesa, platos de materiales extraños aunque se salga la salsa y sea imposible cortar en ellos, cubiertos resbaladizos imposibles de agarrar y copas de vino de formas extrañas que estropean la degustación del vino.

Leyéndola he recordado la nueva colección de platos que nos enseñaban en Gastronomía y Cía la pasada semana. Claro que no están hechos en China, sino en Montgat (Barcelona), donde Cerámica Industrial Montgatina diseña y fabrica, desde 1935, artículos de porcelana para el sector de la hostelería.

Para la creación de sus vajillas, sobre todo en las que están destinadas para la alta gastronomía, cuentan con el asesoramiento de prestigiosos chefs y diseñadores, como Ferrán Adrià, Andoni Luis Aduriz, Luky Huber, Gemma Bernal, Deunor Bragaña y Anne Ibáñez. Todos tienen un fin común, conseguir que la belleza se exponga ante el comensal en completa armonía.

Los platos que vemos son de la colección Alma, como decíamos recién incorporada y compuesta por seis piezas diferentes: tres sin marco y tres con marco, todas ellas en porcelana de la más alta pureza.

Al parecer pretenden ser un ingrediente más en el camino de expresión para los muchos chefs, pero con todos mis respetos, ¿no se han olvidado de los pobres comensales?. Sí, una es muy tradicional, qué se le va a hacer.

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