A lo mejor estáis pensando que me he vuelto loca y que eso es solo un juego de construcciones para niños que no puede tener ninguna utilidad funcional en el hogar, además de entretener a los más pequeños de la casa mientras nosotros intentamos hacer algunas tareas, pues veréis, nada mas lejos de la realidad, en la cocina y en el comedor puede sernos muy útil.
Todo es cuestión de echarle imaginación a la cosa y de pensar en que se puede emplear cada una de las piezas, hay un montón de complementos a la hora de servir y decorar la mesa, que no tienen por qué tener una forma concreta, las formas geométricas pueden servir para la recreación de posavasos, soportes para palillos...
Es mejor si el juego está ya diseñado para su uso en la cocina, así las piezas estarán perfectamente adaptadas a su función o tendrán formas que se puedan asociar con la comida y que resulten un buen adorno para la mesa, pero aún un juego de construcciones sin más podría tener su parte de utilidad, vamos a verlo.
Si además el juego de construcciones está especialmente diseñado para que lo utilicemos en la mesa, es más que probable que algunas de las piezas sirvan para guardar en su interior sal, pimienta y otros condimentos. En ese caso habrá que tener cuidado con que los niños no lo confundan con su juego personal no se los vayan a comer por accidente.
Cómo veis las piezas más planas, independientemente de que sean cuadradas o redondas se pueden utilizar cómo posavasos y las piezas pequeñas con algo más de altura, son perfectas para colocar los palillos sobre ellas cuando no estamos comiendo, sobre todo ahora que está tan de moda la cocina oriental también en occidente.
Se me ocurren más posibilidades, en la bandeja en la que viene colocado el juego podemos servir el pan, mejor algo que no manche para que la bandeja no se estropee y si colocamos varias piezas cómo las que hacen de posavasos unas junto a otras, conseguiremos un salvamanteles para ollas o bandejas en las que traigamos algo caliente.
Además las piezas por sus formas y colores son en si mismas decorativas, podemos colocarles pegatinas con los nombres de los comensales si tenemos muchos invitados a comer y pueden ayudarnos a que la hora de comer resulte más divertida para los niños y así animar a los que tienen problemas con algunos alimentos o en general con la comida.
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