Seguramente todos tenemos en la memoria a nuestras abuelas limpiando objetos deco plateados y dorados. Una vez al mes, se sentaban con todas las cajas, candelabros y bandejas de la casa, y se dedicaban a quitar ese velo que solía salir para dejarlos brillantes.
Tengo que reconocer que en casa tengo varios objetos metálicos, desde portavelas a ceniceros, pasando por mesas auxiliares, y no soy de los que las limpian habitualmente. Con las prisas del día a día, el trabajo, los viajes... Los objetos plateados no están en mi lista de prioridades.
En parte, es por la falta de tiempo y por la necesidad de limpiar cosas más urgentes. Pero por otro lado, la pereza (y quizás el fuerte olor que recordaba de este tipo de productos) me ha podido desde siempre, limitando la limpieza de esas piezas a pasar paños sobre ellas para quitarles el polvo.
El caso es que ahora me he decidido a probar un producto para limpiar metales, el algodón mágico de Aladdin, un limpiametales que está la venta en Mercadona, entre otras tiendas. Y he de decir que una vez puesto en faena, mi pereza estaba absolutamente injustificada.
Cómo funciona el algodón mágico de Mercadona
El producto viene en una lata 75 gramos. Y antes de abrirlo, hay que advertir que tiene un olor un tanto desagradable. De hecho, a la hora de utilizarlo es bueno hacerlo en una terraza, o abrir las ventanas para que haya buena ventilación.
También hay que tomar ciertas precauciones a la hora de utilizarlo, ya que además del olor, este producto es altamente inflamable, y se recomienda utilizar guantes ya que dependiendo de cómo tengas la piel, puede provocarte irritación.
Una vez dicho esto, comenzamos con la prueba en sí. Para comenzar, apliqué el algodón mágico en una mesita plateada que tengo en el recibidor. Dado que tan solo había limpiado esta mesa con una gamuza atrapapolvo, la mesita había perdido brillo e incluso le habían salido manchitas que oscurecían el aspecto original de este mueble auxiliar.
La aplicación es fácil, el algodón tiene un color salmón, y aparece enrollado en el interior del bote. Una vez destapado el bote, hay que sacar el algodón, y cortar un trozo para limpiar la superficie que queremos recuperar.
Entonces, hay que frotar el algodón contra la superficie a limpiar. Verás como sale un vaho que la recubre, pero tranquilo o tranquila, porque eso es algo normal. Cuando hayas frotado bien, deberás dejar secar durante unos minutos.
Transcurridos esos minutos es el momento de retirar el producto ayudándote de un trapo suave y seco. En este caso, utilicé una gamuza atrapolvo de Mercadona. Debes tener cuidado, porque al retirar el producto, el trapo queda ennegrecido, tal y como ves en la fotografía.
Y si comparas la foto de portada, con la mesa sin brillo y llena de manchas, y esta otro foto, el resultado es evidente. Además, sin esfuerzo alguno. Las patas también estaban en un estado bastante lamentable, y el resultado es el mismo.
Podéis ver los cercos en la foto superior, o la comparación entre la pata de arriba, y la de abajo, todavía sin limpiar, en esta foto. Realmente, pese al olor potente de este producto, los metales quedan perfectos frotando, dejando secar y luego pasando un trapo.
En definitiva, con este producto que cuesta 3,80 euros es imposible que dé pereza limpiar los objetos o los muebles de metal que tenemos por casa.
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