Si todos sabemos que una cocina es mucho más que un simple espacio en el que cocinamos o comemos, pocos hacemos lo necesario para crear realmente un ambiente fuera de lo común en ella. Las ideas y los estilos decorativos son numerosos y nos permiten, si nos damos el tiempo necesario, montar un proyecto exitoso para crear una cocina llena de vida y de buenas vibras.
Tal es el caso de la cocina que visitamos hoy que paso de ser un lugar simple y francamente aburrido en un espacio vibrante, lleno de vida en el que nos encantaría pasar largas horas. Más allá de cuestiones de presupuesto o de tiempo, este proyecto nos demuestra que en muchas ocasiones la transformación de una cocina es más un asunto de ideas y creatividad.
La artista y diseñadora Bari Ackerman ha abierto su casa para demostrarnos que, con algunos cambios realmente básicos, le podemos dar la vuelta a la decoración y al ambiente de la cocina. En términos generales el proyecto de remodelación no contempló grandes transformaciones con tan solo la eliminación de un par de muebles de cocina que fueron remplazados por estantería. A partir de ahí lo demás se resume básicamente a cambio de colores, de difusión de la luz y de pequeños detalles decorativos.
Para empezar los muebles de cocina que tenían una apariencia de madera clara, y correspondían a una paleta de colores muy noventera, fueron pintados en oscuro dándole inmediatamente al conjunto un estilo mucho más elegante. Al eliminar algunos muebles de cocina colgados, se pudo poner un recubrimiento mural con todos azules verdes oscuros que combinan con la gama de color de los muebles.
A partir de ahí ya estaba planteado el escenario principal de la remodelación que le daría una personalidad completamente nueva a la cocina. Las paredes fueron pintadas de blanco, eliminando el color pastel anterior, lo que incremento el flujo de luz. Esto se equilibra muy bien con el mobiliario oscuro y nos dan una ambientación más vibrante. La superficie de la isla central fue igualmente remplazada en un granito más claro para continuar con la nueva gama de colores y darle más luz al conjunto central de la cocina-
El piso no ha sido cambiado ya que, a pesar de corresponder con una paleta de colores de la anterior ambientación nos permite igualmente mantener un buen flujo de luz por su tono claro. Un cambio por un piso blanco hubiera podido ser una alternativa, ciertamente más costosa por lo que la opción de conservarlo poder ser una buena apuesta para el bolsillo. Las formas geométricas irregulares del piso le dan además cierto estilo propio que podría ser lo que rompe un poco con el conjunto y lo vuelve más ecléctico. Algo así como ese detalle que hace toda la diferencia entre lo común y lo original.
Como podemos ver, hasta ahora no ha habido cambios estructurales de gran importancia y ya tenemos una cocina completamente diferente a la que simplemente tendremos que aportar los últimos toques decorativos. El paso final fue añadir justamente pequeños elementos como unas plantas en los nuevos estantes u obras de arte como pinturas. El piso fue ornamentado con un tapete de estilo oriental que rompe igualmente con el ambiente moderno del conjunto.
En resumidas cuentas, la transformación de la cocina de la diseñadora y artista Bari Ackerman nos sirve de inspiración como un proyecto exitoso y moderno de remodelación de la decoración interior. Con un presupuesto relativamente controlado y limitado se pudo darle la vuelta por completo a una cocina insulsa y aburrida para hacer un espacio lleno de color y vida.
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Imágenes | Bari J. Art and Design
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