Los muebles de la cocina están constantemente expuestos a la grasa que sale de los platos que cocinamos. El truco de mi madre para limpiar los muebles de cocina consiste en meter en un vaporizador una mezcla de agua con un par de tapones de amoniaco (a mí me gusta el que huele a limón) y rociar los muebles con esta mezcla.
El amoniaco tiene propiedades desengrasantes, por lo que es ideal para una primera limpieza del entorno de la cocina, donde se acumula la grasa que se desprende de los platos que cocinamos. Esta sustancia también va muy bien como quitamanchas también, aunque siempre hay que recordar que no se debe mezclar con la lejía ya que su mezcla desprende unos gases nocivos para nuestra salud.
Después de vaporizar los muebles, lo ideal es aclararlos con un paño escurrido. A mí el amoniaco me gusta más que los productos específicos de cocinas pero admito que una combinación de ambos puede ser muy beneficiosa para limpiezas exhaustivas.
Imagen | Jennifer Morton
En Decoesfera | Limpiar los muebles de cocina para que estén en perfecto estado
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